Granada, 19 may (EFE).- Cúllar Vega (Granada) ha condenado este lunes con una concentración silenciosa el apuñalamiento el sábado pasado, a manos de su marido, que después se suicidó, de una mujer de 58 años que permanece estable dentro de la gravedad en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Granada.
Encabezados por el alcalde, Jorge Sánchez, los asistentes se han concentrado a las puertas del ayuntamiento para guardar tres minutos de silencio en repulsa de este y del resto de casos de violencia machista y en apoyo a la víctima, cuyo hijo, de 20 años, también sufrió heridas por arma blanca en las manos durante un forcejeo con el presunto agresor, su padre, un hombre de 59 años que se suicidó después arrojándose desde la terraza de un tercer piso.
Los hechos ocurrieron poco antes del mediodía del sábado pasado en una vivienda de este municipio del área metropolitana de Granada de casi 8.000 habitantes. La mujer fue apuñalada tanto en el cuello como en la espalda, heridas por las que permanece ingresada estable, dentro de la gravedad, ha informado a EFE la Delegación de Salud.
La víctima había sido usuaria del Centro de Información de la Mujer, según ha informado este lunes la consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles López. El Instituto Andaluz de la Mujer activó además el servicio de atención psicológica para atender a las víctimas.
El Ayuntamiento permanece en contacto con la familia, a la que ha ofrecido los servicios municipales que necesiten.
Durante la concentración celebrada este mediodía, los asistentes, más de un centenar, han exhibido una pancarta con el lema «Cúllar Vega contra la violencia hacia las mujeres».
El Ayuntamiento ha manifestado que seguirán trabajando por la igualdad y la prevención de la violencia machista en un municipio marcado por esta lacra tras el asesinato, hace años, de dos de sus vecinas: Ana Orantes y Encarnación Rubio.
El caso de Ana Orantes, que en 1997 fue quemada viva por su exmarido tras denunciar en la televisión cuarenta años de maltrato, fue el detonante para la reforma del Código Penal en materia de violencia machista y la aprobación, ocho años después, de la primera ley integral contra la violencia de género.
Años después, en el 2004, Encarnación Rubio, otra vecina de Cúllar Vega, fue asesinada por su marido tras ser atropellada en varias ocasiones mientras barría una de las calles de una urbanización del municipio.
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