Las croquetas no solo son uno de los platos más populares en bares y restaurantes de España. También pueden ser un ejemplo perfecto de cómo la psicología, el marketing y las matemáticas se cuelan -literalmente- en la mesa.
Así lo explica Laura, profesora de matemáticas de Secundaria, conocida en TikTok como @laurimathteacher, en un vídeo en el que analiza por qué casi siempre te sirven un número impar de croquetas.
¿CASUALIDAD? PARA NADA
«¿Te has fijado que en los bares casi siempre ponen un número impar de croquetas? No es casualidad, es estrategia y, por supuesto, tiene que ver con las matemáticas», dice Laura en el vídeo.
La profesora pone un ejemplo muy sencillo: si hay 6 croquetas y sois dos personas, cada uno se come tres y asunto resuelto. «Pero, ¿qué pasa si ponen 7 croquetas? Que empieza el drama», continúa. Porque esa croqueta suelta, la número siete, «rompe el equilibrio» y obliga al grupo a tomar decisiones: partirla por la mitad, pedir otra ración o, en el peor de los casos, pelear por ella. Y ahí es donde, según Laura, entra la jugada del bar.
UN NÚMERO IMPAR QUE DA BENEFICIOS
«Que se te quede una croqueta suelta implica que te vas a pedir una ración, implica que van a tener una venta más. ¿Quién gana? El del bar», razona la docente. Lo que parece una simple presentación de un plato puede ser, en realidad, una decisión pensada para favorecer el consumo.
Y es que, como señala en el cierre del vídeo, cuando queda esa croqueta final, «la labor es matarla». Quien se la come se expone al juicio del grupo. Por eso ella, diplomáticamente, dice: «yo soy de las que parte la última croqueta en partes iguales» y concluye: «fíjate la de psicología, marketing y matemáticas que hay en una croqueta».
En otras palabras, la elección de cuántas croquetas van en el plato no responde solo a cuestiones de cocina o estética, sino que también aprovecha el comportamiento social y ese pequeño conflicto que surge al dividir lo indivisible. Y ahí, el número impar juega su papel silencioso, pero muy efectivo.