En medio del pánico desatado tras un tiroteo frente al Museo Judío de Washington, un detalle escalofriante salió a la luz: el presunto autor del crimen, Elías Rodríguez, se hizo pasar por un testigo y permaneció entre los asistentes durante más de diez minutos antes de confesar el ataque a dos empleados de la embajada de Israel en Estados Unidos. Durante ese lapso, recibió agua de los guardias de seguridad y palabras de consuelo de quienes luego descubrirían que estaban frente al agresor.
La reacción de Elías Rodríguez tras el ataque en Washington: “Parecía conmocionado, nadie sospechaba de él”
Los hechos ocurrieron el miércoles por la noche, poco después de las 21 horas, cuando los asistentes a un evento organizado por el Comité Judío Estadounidense comenzaban a retirarse del Museo Judío Capital. La velada tenía como propósito fortalecer la cooperación multirreligiosa para brindar ayuda humanitaria a zonas afectadas por conflictos, como Gaza.
Testigos presenciales relataron que los disparos resonaron en la calle justo después de que concluyera el encuentro. El caos se apoderó del ambiente mientras los presentes intentaban comprender lo que sucedía.
Sara Marinuzzi, de 28 años, contó a CNN que un hombre corrió dentro del museo con un comportamiento alterado: era Elías Rodríguez. Los guardias asumieron que había sido testigo del tiroteo y trataron de calmarlo. “Le ofrecieron agua para tranquilizarlo”, recordó la mujer, y agregó: “Pidió que llamaran a la Policía. Tenía una actitud errática, parecía conmocionado. Nadie sospechaba de él”.
El sujeto permaneció entre los presentes durante aproximadamente diez minutos. Según varios testimonios, incluso mantuvo breves intercambios con los asistentes. Uno de los presentes, Paige Siegel, explicó que se le acercó y le preguntó si estaba bien. “Murmuraba ‘llama a la Policía’ una y otra vez. Le pregunté si le habían disparado y me dijo que no. Parecía tan vulnerable, tan desorientado, que resultaba imposible pensar que fuera peligroso”, expresó Siegel.
Cuando finalmente llegaron los agentes policiales, el ambiente seguía cargado de incertidumbre. Nadie imaginaba que el hombre que aguardaba pacientemente a las fuerzas del orden acabaría por confesar la autoría del atentado. “Lo hice, lo hice por Gaza. ¡Palestina libre!”, gritó frente a los oficiales, según rememoró Marinuzzi.
La declaración paralizó a quienes lo rodeaban. “No lo podíamos creer”, comentó Siegel. “Estuvo entre nosotros todo el tiempo, sentado en un banco como si fuera una víctima más. Estoy todavía procesando lo que pasó”, agregó.
El testigo Yoni Kalin, de 31 años, también quedó impactado por la revelación: “Es horrible. Simplemente, no me di cuenta de que él era el agresor. Estaba ahí, tan cerca, parecía un tipo más que había presenciado la tragedia”.
Cómo fue el ataque en Washington y quiénes eran las víctimas
El atentado terminó con la vida de dos personas: Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim, ambos empleados de la Embajada de Israel en Estados Unidos. Según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, se trataba de una joven pareja que pensaba comprometerse en Jerusalén la semana siguiente.
Los disparos se produjeron a escasos metros del Museo Judío, cuando las víctimas abandonaban el lugar. De acuerdo con la Policía, el atacante se aproximó a cuatro personas y abrió fuego con una pistola, lo que dejó como saldo las muertes de a Lischinsky y Milgrim.
Los servicios de emergencia llegaron rápidamente y comenzaron los trabajos de auxilio. El FBI confirmó que la sede local de la agencia se encuentra cerca del sitio del ataque, lo que permitió que sus agentes intervinieran sin demora.
Quién es el Elías Rodríguez, el atacante del tiroteo en Washington
La Policía Metropolitana de Washington identificó al sospechoso como Elías Rodríguez, de 30 años, residente de Chicago, Illinois. De acuerdo con el subdirector del FBI, Dan Bongino, no existía ninguna amenaza activa más allá del detenido y, hasta el momento, no se había registrado ninguna conexión con otras personas u organizaciones.
Rodríguez fue interrogado por agentes del FBI y la Policía local como parte de una investigación conjunta con la Fuerza de Tareas contra el Terrorismo. Las autoridades también informaron que el Ministerio Público Federal se encuentra involucrado en el proceso, donde revisarán las pruebas recogidas en el lugar del ataque.
En redes sociales, Bongino afirmó que los primeros indicios apuntan a un “acto de violencia selectiva”. Tanto el gobierno estadounidense como el israelí condenaron el atentado, al que calificaron de antisemitismo y terrorismo.