A un año de la muerte del expresidente de Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, la filial de la entidad en Bragado, provincia de Buenos Aires, decidió rendir homenaje al dirigente. Esta filial denominó con su nombre la sede local. La decisión fue tomada de manera unánime por sus socios, como muestra de reconocimiento al compromiso y la entrega que el dirigente rural demostró a lo largo de su trayectoria, particularmente en defensa de los pequeños y medianos productores. Achetoni falleció el 24 de mayo de 2024 en un accidente de auto en la ruta, durante su gestión en la entidad.
“Los socios de la filial Bragado decidimos denominarla ‘Carlos Achetoni’, con la intención de homenajear la figura del expresidente de la entidad, reconociendo siempre su arduo trabajo en la defensa de los pequeños y medianos productores”, expresaron en un comunicado.
Durante su gestión al frente de la FAA, Achetoni visitó en varias oportunidades la ciudad de Bragado. Según recuerdan sus colegas, fue un dirigente comprometido, de firmes convicciones, y siempre dispuesto a escuchar, dialogar y acompañar las iniciativas que surgían desde las bases. “Se mostró predispuesto a acompañar cada iniciativa que surgiera desde la filial”.
“La entidad, y su familia, perdieron a un hombre de bien, que trabajó incansablemente por un campo mejor”, señalaron desde la filial. Esa pérdida, explicaron, fue el impulso para realizar este gesto simbólico y afectuoso, que pone en valor su legado.
“Seguramente, con el paso del tiempo, su legado cobrará más relevancia y trascendencia”, concluyeron.
La muerte de Achetoni causó gran tristeza y dolor. El dirigente era muy querido entre sus pares y sus federados por su aspecto campechano y auténtico. El 24 de mayo de 2024 sufrió un accidente automovilístico en el kilómetro 305 de la ruta 188, entre las localidades bonaerenses de Ameghino y Coronel Granada, cuando se dirigía desde la ciudad de Rosario a Bowen, en General Alvear, Mendoza, donde vivía junto a su familia.
La causa de su muerte fue el impacto de su vehículo contra un camión con acoplado que circulaba en la misma dirección y donde Achetoni fue la única víctima fatal.
Con 57 años [había nacido el 27 de noviembre de 1966], Achetoni era tercera generación de productores frutícolas, estaba casado con María Rosales y tenía cuatro hijos, Cristian, Micaela, Carlos (h) y Gianella. Y así repartía su tiempo entre su familia, la dirigencia y su finca. Quienes lo conocieron de cerca dicen que, además de ser “un gran dirigente, era un gran tipo”. Lo único que quería luego de terminar una asamblea o reunión dirigencial era poder volver lo más rápido posible a su finca a levantar junto a “Mari” las frutas maduras.
Antes de asumir en 2018 como titular de FAA, fue su secretario de finanzas de la entidad. Y, tras el voto del 88% de los delegados de la entidad en el Congreso anual que se llevó a cabo en Rosario, Achetoni se convirtió en el primer presidente de FAA proveniente de una economía regional.
La figura de Carlos Achetoni deja una huella profunda en el entramado rural argentino, especialmente entre quienes luchan día a día por mantener viva la producción en escala familiar. Es así que en Bragado, su nombre seguirá presente, guiando el camino de quienes creen en la representación gremial como herramienta de transformación.