Este sábado, durante una audiencia con la curia romana, el papa León XIV recordó su paso por Perú, donde pasó casi 40 años de su vida como misionero agustino. El Sumo Pontífice aprovechó la ocasión para compartir con los empleados del Vaticano y sus familias las experiencias que marcaron su vida y vocación, especialmente en el país andino.
Durante su discurso, el papa León XIV recordó con especial afecto su labor en la diócesis de Chiclayo, donde sirvió como obispo, y expresó su profunda gratitud hacia Dios por lo que consideró un “regalo” invaluable, su misión en Perú.
Robert Prevost llegó al país en 1985 como misionero agustino, siendo destinado inicialmente a Chulucanas, en la región de Piura. Con el paso de los años, trabajó en diversas ciudades del norte del Perú, como Trujillo y Chiclayo, donde finalmente se estableció de manera más permanente.
León XIV se mostró especialmente agradecido por la oportunidad de haber servido a los más necesitados en aquellas regiones y recordó con cariño su dedicación pastoral en el país. La audiencia, celebrada en el Aula Pablo VI en el Vaticano, fue acompañada por unas 5.000 personas, entre trabajadores del Vaticano, sacerdotes, religiosos y laicos.
León XIV recuerda con emoción su misión en Perú ante la curia romana
León XIV rememoró con gran afecto su llegada a Perú y su labor en la diócesis de Chiclayo. Durante su tiempo en el país, vivió cerca de las comunidades más necesitadas, una experiencia que, aunque terminó hace solo dos años cuando el papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos, sigue marcando profundamente su vida y vocación.
“Como saben, llegué hace sólo dos años, cuando el amado papa Francisco me nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos. Así que dejé la diócesis de Chiclayo, Perú, y vine a trabajar aquí. ¡Qué cambio! Y ahora…¿Qué puedo decir?”, dijo ante los presentes.
El Papa destacó que su misión en Perú no solo fue una etapa significativa de su labor pastoral, sino también un tiempo de profunda conexión con el pueblo peruano, al que considera una parte integral de su camino como sacerdote. Su paso por Perú fue tan determinante que incluso adquirió la nacionalidad peruana, un gesto que refleja su total identificación con la tierra y su gente.
En su discurso, el sucesor de Francisco relató cómo su vocación pastoral maduró en tierras peruanas, señalando que la cercanía con las comunidades y el trabajo con las personas más vulnerables le permitieron comprender a fondo la misión de la Iglesia.
“Como religioso agustino fui misionero en el Perú, y entre el pueblo peruano maduró mi vocación pastoral. ¡Nunca podré agradecerle lo suficiente al Señor por este regalo!”, dijo emocionado, recordando su vida como misionero agustino.
León XIV llama a construir una Iglesia unida y abierta
Durante su intervención ante la curia romana, el Sumo Pontífice destacó la importancia de una Iglesia abierta, que construye puentes y dialoga con todos, independientemente de su origen o situación.
León XIV reafirmó su compromiso con una Iglesia misionera que acoge con los brazos abiertos a todos, especialmente a los más necesitados.
León XIV subrayó que para construir una verdadera unidad, es esencial actuar con humildad y paciencia, especialmente en situaciones cotidianas como el lugar de trabajo. En ese sentido, el Papa hizo un llamado a superar incomprensiones, eliminar prejuicios y actuar siempre con respeto.
“Cada uno puede ser constructor de unidad con su actitud hacia los compañeros, superando las inevitables incomprensiones con paciencia y humildad, poniéndose en el lugar del otro, evitando prejuicios y también con una buena dosis de humor, como nos enseñó el papa Francisco”, expresó.
El Santo Padre destacó que esta audiencia era una oportunidad para agradecer a los empleados del Vaticano por su trabajo diario. “Los papas pasan, pero la curia permanece”, recordó, reconociendo la valiosa labor que realizan los trabajadores del Vaticano para el funcionamiento de la Iglesia.