El infarto agudo de miocardio (IAM) se produce debido a la disminución del flujo sanguíneo coronario, lo que provoca un suministro insuficiente de oxígeno al corazón e isquemia cardíaca, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en ingles).
Los factores de riesgo no modificables incluyen el sexo, la edad y los antecedentes familiares, entre otros. Mientras que los modificables son principalmente el tabaquismo y el estilo de vida sedentario.
Este cuadro es una de las principales causas de muerte en el mundo desarrollado. La prevalencia se acerca a los 3 millones de personas en todo el mundo, con más de un millón de muertes anuales en Estados Unidos, de acuerdo a los NIH.
Cuanto más se demora el inicio del tratamiento durante este cuadro, mayor es el daño que puede sufrir el corazón. La atención médica rápida y el acceso oportuno a intervenciones son determinantes para reducir el riesgo de secuelas graves, como el deterioro de la función cardíaca o el shock.
En ese sentido, expertos de Argentina consultados por Infobae describieron cómo actuar rápido con un medicamento disponible en el país, que está indicado para el tratamiento del infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST (IAMCEST), una forma grave de esta condición.
Se trata de tenecteplasa, un fibrinolítico de tercera generación, recomendado como opción terapéutica en contextos donde no es posible realizar una angioplastia coronaria en los tiempos indicados. Este último, según MedlinePlus, el sitio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, es un procedimiento para abrir vasos sanguíneos estrechos o bloqueados que suministran sangre al corazón.
Tenecteplasa se aplica en una sola dosis intravenosa en pocos segundos. Este rasgo técnico permite que pueda usarse incluso en ambulancias o centros con baja y mediana complejidad, según los especialistas.
“El infarto no espera, si no podemos trasladar a tiempo al paciente para el tratamiento, ahora el tratamiento puede realizarse de manera inmediata”, señaló el doctor Gerardo Zapata, médico cardiólogo, ex presidente de la Federación Argentina de Cardiología (FAC) y jefe de Unidad Coronaria del Instituto Cardiovascular de Rosario.
Según Zapata, “la tenecteplasa es un agente especial que actúa disolviendo el coágulo de sangre que obstruye a la arteria coronaria responsable del infarto agudo de miocardio o ataque agudo al corazón. Este medicamento es muy práctico y sencillo de usar, se administra como una inyección en la vena en 5 a 10 segundos. Esto permite que el tratamiento se realice sin demoras, en un hospital, pero también en ambulancias, acortando los tiempos en lugares donde no es posible realizar una angioplastia coronaria con colocación de stent”.
“Este medicamento, administrado como una única inyección en pocos segundos, disminuye la mortalidad del infarto evitando que el tratamiento se demore”, dijo el especialista.
“Ante un síntoma sospechoso de un infarto agudo de miocardio, como puede ser un dolor opresivo, ardor o sensación de pesadez en el pecho, que se corre al brazo izquierdo, a la mandíbula o a la espalda, que se puede acompañar de falta de aire o palpitaciones, se debe solicitar una asistencia médica rápida con el objetivo de poder realizar un electrocardiograma de manera urgente. En estas primeras horas el diagnóstico rápido y el tratamiento precoz salva vidas. La demora en el diagnóstico e inicio del tratamiento se relaciona directamente con el riesgo de presentar arritmias cardíacas mortales”, sumó.
Cómo actúa el medicamento
El fármaco actúa al disolver el coágulo que obstruye una arteria coronaria y, de ese modo, restablece el flujo sanguíneo al músculo cardíaco. Su uso se indica como estrategia de reperfusión (restauración del flujo sanguíneo) cuando no hay posibilidad de realizar una angioplastia en los primeros 90 a 120 minutos tras el primer contacto médico. Tiene una efectividad de aproximadamente 85% para restituir un flujo coronario adecuado.
Como se ve, la velocidad con la que se inicia el tratamiento resulta decisiva. “Esta nueva opción llega para simplificar y mejorar la forma en que actuamos ante un infarto. Su administración rápida y segura permite ganar tiempo donde más importa: en los primeros minutos”, explicó por su parte el doctor Ernesto Duronto, cardiólogo, director asociado en la Revista Argentina de Cardiología de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y jefe de Unidad Coronaria y del Departamento de Docencia e Investigación en la Fundación Favaloro.
Esta herramienta, por sí sola, no alcanza. Su eficacia también depende de un sistema que funcione en red. En el país, las redes de atención del infarto coordinan el accionar de ambulancias, hospitales y equipos médicos con protocolos definidos, de acuerdo con la ubicación del afectado. Este enfoque permite reducir demoras, organizar traslados y garantizar una atención adecuada, incluso en zonas rurales o alejadas.
Los expertos plantean la importancia de avanzar con un modelo adaptado a las características geográficas y sanitarias locales. Este modelo contempla una primera intervención con medicación en el punto de contacto, seguida por un traslado programado para completar el tratamiento con una angioplastia en las 2 a 24 horas siguientes.
En diálogo con Infobae, el doctor Duronto precisó: “Un infarto de miocardio, comúnmente conocido como ataque cardíaco, es una emergencia médica que ocurre cuando el flujo de sangre al corazón se bloquea debido a la obstrucción de las arterias coronarias, que transportan sangre al corazón. La falta de sangre con oxígeno causa la muerte de las células de esa área, lo que se conoce como infarto”.
“Es importante desobstruir la arteria coronaria en forma mecánica (angioplastia) o farmacológica (fibrinolíticos) para restablecer el flujo de sangre al corazón y detener el infarto. Es muy importante actuar dentro de las 3 horas del inicio de los síntomas con el método de reperfusion que tengamos disponible”, añadió el experto.
Al tiempo que advirtió: “Un síntoma común es el dolor intenso u opresión en el centro del pecho, que puede irradiarse a los brazos, hombros, cuello, mandíbula o espalda. Otros síntomas pueden incluir dificultad para respirar, sudor frío y náuseas”.
Según Duronto, la tenecteplasa “es un activador tisular del plasminógeno (tPA) producido mediante tecnología de ADN recombinante, con modificaciones en el ADN complementario del tPA humano natural por una sustitución de aminoácidos. Se une a los coágulos ricos en fibrina y rompe el enlace de aminoacidos del plasminógeno para formar plasmina, enzima proteolítica que destruye la fibrina y el fibrinógeno, disolviendo el coágulo que tapa la arteria coronaria y deteniendo el infarto”.
“La mortalidad del IAM en Argentina es muy alta, de 8,8% según el registro nacional de infarto ARGEN-IAM -contó el doctor-. Es tan alta por la llegada tarde a la angioplastia, con demoras de hasta 4 horas. Es muy importante utilizar los fibrinoliticos si la angioplastia no puede realizarse dentro de las 2 horas del primer contacto médico”.
Duronto amplió: “Esto es fundamental en nuestro país, donde los hospitales con sala de cateterismo son muchos menos que los que no la disponen. Y en muchos casos las distancias son muy largas. Tenecteplase tiene muchas ventajas respecto a lo que ya teníamos en el país. No es alergénico, no provoca caída de la presión arterial (hipotensión y shock)”.
Este medicamento “se da en un bolo intravenoso de 10 segundos. Los que teníamos necesitaban infusiones continuas de 45 y 90 minutos. Entonces, hay más chances de destapar la arteria obstruida. Lo hace más rápido, provocando menos hemorragias. El resultado final son infartos más pequeños, y por lo tanto con menor chance de mortalidad”, dijo el especialista.
“El infarto de miocardio sigue siendo una de las principales causas de muerte en el país. La llegada de tenecteplasa representa una nueva herramienta para revertir esta situación y reducir las brechas en el acceso a tratamientos eficaces. El objetivo es claro: que todos los pacientes, sin importar dónde estén, tengan la misma oportunidad de recibir atención de calidad y sobrevivir a un infarto”, concluyeron los dos especialistas consultados.
Anteriormente, desde el Ministerio de Salud de la Nación, la Guía de práctica clínica nacional para la reperfusión del infarto agudo de miocardio incluyó las siguientes recomendaciones: “En personas con IAMCEST diagnosticadas por un servicio de emergencias móviles dentro de las 12 horas de iniciados los síntomas y que no puedan garantizar una ATCp en un tiempo menor a 120 minutos del diagnóstico, se recomienda fibrinólisis prehospitalaria inmediata con tenecteplase por personal entrenado y posterior derivación a centro con hemodinamia, con el objetivo de reducir la mortalidad y morbilidad asociadas al infarto en curso.”
“En personas con IAMCEST diagnosticadas dentro de las 12 horas de iniciados los síntomas por un servicio de emergencias móviles que no dispone de tenecteplase y no puede garantizar una ATCp en menos de 120 minutos, se recomienda su traslado al centro asistencial más próximo con capacidad de administrar tratamiento fibrinolítico, para reducir la mortalidad y morbilidad asociadas al infarto en curso”, fue otra de las sugerencias de la guía.