Nick Cave y su gran triunfo sobre la desgracia

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En general, las entrevistas son una mierda. De verdad. Te consumen. Las detesto”. Así empieza la charla entre Nick Cave, el legendario músico australiano, y Seán O’Hagan, el periodista irlandés que, ups, entrevistó a infinidad de artistas en las últimas cuatro décadas. Es de suponer que el libro que sigue no será una larga entrevista. Y no, no lo es. En Fe, esperanza y carnicería (como sinónimo de masacre, no el negocio donde venden chinchulines), el diálogo alcanza cotas altas de intimidad e introspección: el volumen de conversaciones entre ambos que acaba de publicarse acá habla del arte, el dolor y el duelo con sensatez y sentimientos.

Fe, esperanza y carnicería en su versión en inglés

Soy de los que creen que la buena conversación es un arte. “A mí me gusta conversar”, dice Cave: “Me gusta hablar, relacionarme con las personas”. Durante los meses del aislamiento más estricto de la cuarentena por la pandemia, cuando muchos extrañábamos la cháchara espontánea del encuentro con amigos, Cave y O’Hagan hablaron por teléfono durante horas.

El libro no tiene confesiones brutales ni ofrece títulos escandalosos para la disección de los tabloides o los fans, pero ofrece una mirada abismal sobre el alma de un artista autoconsciente

El libro no tiene confesiones brutales ni ofrece títulos escandalosos para la disección de los tabloides o los fans, pero ofrece una mirada abismal sobre el alma de un artista autoconsciente (Cave: “¿Es lo que estamos haciendo? ¿Hablar sobre mi vida? ¿Recordar los malos viejos tiempos en medio de una maldita pandemia?”).

Cada uno de nosotros, en algún momento de nuestras vidas, estaremos devastados por la pérdida y Cave ofrece un testimonio sobre la recuperación cuando dice que “la esperanza es optimismo con el corazón roto”

Su adicción a la heroína, sus disputas violentas con la prensa o sus peleas con los compañeros de la banda The Bad Seeds son, apenas: recuerdos. Si es cierto que la música “es uno de los pocos lugares que quedan, además de la naturaleza al desnudo, donde la gente se puede sentir asombrada, reverenciada y maravillada por algo que sucede en tiempo real”, Cave escribe para la eternidad. Este es un libro en el que el título no miente: es sobre la fe y la esperanza (y algo de sangre).

En 2015, Arthur, su hijo de quince años, murió al caer por un acantilado en la casa familiar de Brighton, Inglaterra. Las huellas de la tragedia se plasmaron en el dolorosísimo disco Ghosteen, definido como “un mundo imaginario donde pudiera estar Arthur”, y en la personalidad cavernosa del músico, que cambió la arrogancia juvenil por la vulnerabilidad madura: fue hasta el fondo del dolor y volvió (la desgracia se ensañó con él porque en 2022, después de la escritura de este libro, murió Jethro, otro de sus hijos). Mientras el mundo estaba detenido a la fuerza, sus conversaciones con O’Hagan se convirtieron en un tratado sobre el duelo aunque no exista lenguaje suficiente para expresar el dolor.

Nick Cave:

Cada uno de nosotros, en algún momento de nuestras vidas, estaremos devastados por la pérdida y Cave ofrece un testimonio sobre la recuperación cuando dice que “la esperanza es optimismo con el corazón roto”: Fe, esperanza y carnicería consuela al que siente que ya nada peor podrá pasarle y que entonces nada lo lastimará. El dolor tiene un efecto aleccionador.

El artista y el periodista hablan. Se confiesan. Ante el horror, Cave comparte lo indecible para ayudar no sólo a sí mismo o su familia sino a todos los demás: “A fin de cuentas, quizá la fe es tan solo una decisión como cualquier otra. Y quizá Dios es la búsqueda misma”, concluye. Hay salvación y, aunque parezca imposible, está en las cosas mínimas: “A veces las canciones se experimentan como pequeños triunfos sobre la desgracia”.

ABC

A.

Nacido en Australia en 1957, Nick Cave fue un ícono del postpunk y a la música le sumó la poesía, el cine y la cerámica, entre otras expresiones artísticas.

B.

En 2015, su hijo Arthur murió al caer por un acantilado; en 2022, su hijo Jethro fue encontrado sin vida en una habitación de hotel.

C.

El libro Fe, esperanza y carnicería recopila las charlas con el periodista Seán O’Hagan, con quien habló en profundidad sobre la pérdida y el duelo.

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