En las últimas horas, efectivos de la Policía de la Ciudad secuestraron 175 celulares que habían sido denunciados como robados y que los delincuentes pusieron a la venta en galerías de los barrios porteños de Balvanera y Boedo y en la concurrida peatonal Florida. Tres personas resultaron detenidas en los distintos operativos.
En los alrededores de la estación de trenes Once del ferrocarril Sarmiento, dos encargados de una galería fueron aprehendidos en el marco de una investigación iniciada por el robo del celular de una adolescente ocurrido el 9 de mayo pasado en el barrio de Palermo, según pudo saber LA NACION.
Tras denunciado el ilícito, la División de Investigaciones Comunales rastreó el teléfono hasta una galería ubicada sobre la avenida Corrientes al 2300. El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 6, a cargo de Alejandra Provítola, ordenó allanar cuatro locales de ese lugar. En dos de esos comercios encontraron celulares aparentemente robados, junto con herramientas para repararlos y reacondicionarlos.
Durante uno de los operativos, los investigadores descubrieron una oficina dentro de la misma galería, relacionada con los locales allanados. Con la autorización del juzgado, entraron también a ese lugar y encontraron 70 teléfonos más, ocho de ellos iPhone, guardados dentro de una improvisada jaula confeccionada con cartón y cinta metálica, con la intención de evitar su rastreo por geolocalización, indicaron las fuentes policiales. Ante estos hallazgos, la magistrada ordenó detener a los encargados de los locales y secuestrar todos los teléfonos.
En otro operativo, la División de Investigaciones Comunales 1 Norte investigó denuncias por robos cometidos por motochorros. Como parte de la investigación, identificaron cuatro locales que vendían celulares de alta gama sin documentación clara: tres en una galería de la calle Florida al 500 y uno en la avenida Boedo al 1500.
Con apoyo de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y la Dirección General de Coordinación Operativa, inspeccionaron los comercios y clausuraron dos de ellos. En el local del barrio de Boedo encontraron 101 celulares iPhone valuados en unos 80 millones de pesos, muchos de los cuales estaban denunciados como robados y no contaban con papeles.
Por esta razón, el Juzgado Criminal y Correccional Federal N.º 1, a cargo de la jueza María Romilda Servini, ordenó detener al responsable del comercio y secuestrar todos los teléfonos.