Cuando parecía que el vínculo entre la Argentina y sus socios del Mercosur tendía a normalizarse, la política de derechos humanos volvió a sacudir, y de qué manera, los puentes entre el gobierno de Javier Milei y sus vecinos, sobre todo el Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva y Uruguay.
En una carta formal dirigida a Alberto Baños –esta semana degradado por la Casa Rosada de secretario a subsecretario de Derechos Humanos–, la secretaria de esa área del gobierno de Lula, Janine Mello dos Santos, presentó una carta formal y reservada para quejarse de lo ocurrido el pasado 6 de mayo, cuando los responsables de cada país se reunieron, cuatro días después de la reunión de cancilleres, en Buenos Aires.
Con un tono que dista de ser el de entrañables socios comerciales y políticos, Mello dos Santos enumera, en 18 puntos, las quejas de su país y las de Uruguay, que bajo la presidencia de Yamandú Orsi adopta posturas similares a Brasil en esta y otros temas.
“Convocatoria intempestiva” a la reunión es la primera queja de la lista, y le siguen el formato (se incluyó en un mismo paquete a las comisiones de Derechos Humanos, Mujer, Indígenas y Afrodescendientes); y la falta de realización de reuniones preparatorias y consultas a la sociedad civil.
“La Presidencia pro témpore hizo imposible que los estados acordaran democráticamente una agenda común”, se quejó a modo de dardo venenoso la funcionaria brasileña, que tuvo el apoyo no solo de Uruguay sino también de Chile, que también participó del cónclave.
La “marginación” del Instituto de Políticas Públicas del Mercosur (ubicado en la ex-ESMA) de la reunión es otro punto que enojó a Brasil y sus aliados, y en conjunto calificaron estas exclusiones como un “retroceso”.
Para Brasil, Uruguay y Chile, en síntesis, se trató de “una agenda construida unilateralmente, lo cual es incompatible con la transparencia y la promoción del diálogo a nivel regional”. Por si faltaba algo, la representante brasileña se quejó del “trato descortés” por parte de Baños y la delegación argentina.
Visto y considerando las diferencias que surgieron en un tema sensible, ¿habrá paz y armonía a principios de julio, cuando se desarrolle la cumbre de presidentes del bloque común?.
Corbatas a lo Trump y límites a la prensa, ídem
“Las usamos en los eventos importantes”, afirmaba el subsecretario de prensa Javier Lanari, mientras se quitaba su corbata celeste y se ponía una roja, muy parecida a la que Donald Trump suele utilizar en sus apariciones públicas.
Minutos después, en el mediodía del jueves, aparecieron en la sala de conferencias de la Casa Rosada el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo; el portavoz Manuel Adorni; el titular del Banco Central, Santiago Bausili, y el jefe de la ARCA, Juan Pazo, todos con corbata roja alrededor de sus cuellos.
El anuncio de medidas para que los argentinos utilicen los “dólares del colchón” fue la excusa, aunque el anuncio, finalmente no abordó temas que se habían rumoreado durante la semana. Eso sí: el Gobierno pareció poner en marcha las medidas restrictivas para con la prensa acreditada, publicadas horas después en el Boletín Oficial. Adorni cedió la palabra micrófono en mano, sin tener en cuenta el sorteo previo que los acreditados llevan a cabo para definir quiénes preguntan.
Paoltroni busca “liberar” Formosa, a caballo
Meses atrás, el senador Francisco Paoltroni fue corrido del bloque de La Libertad Avanza y expulsado del paraíso libertario, un destino compartido con la vicepresidenta Victoria Villarruel, con quien tiene buena sintonía.
Dispuesto a mostrarse combativo, y en abierto desafío al presidente Javier Milei, el senador formoseño se calzó poncho, sombrero y botas antes de subirse a un caballo blanco para decir lo suyo. “Señor Presidente, San Martín liberó tres naciones, Argentina, Perú y Chile. No le pedimos que libere Venezuela, pero sí que nos ayude a liberar Formosa”, grita Paoltroni, con el Congreso de fondo y mientras sostiene una bandera argentina en su mano derecha.
En el video, que dura poco más de treinta segundos, promete que durante todo el mes de junio va “a recorrer la provincia de a caballo” y termina con otra chicana al Presidente. “Lo esperamos. Viva la Patria” dice el senador, empeñado en una pelea a priori desigual contra el eterno gobernador formoseño, el peronista Gildo Insfrán, que maneja la provincia desde 1995.
Pedido del embajador neerlandés por la Hidrovía
Presencias importantes de la diplomacia y la política llegaron al Yacht Club de Puerto Madero, donde la embajada de Países Bajos celebró el Día del Rey y los 200 años de relaciones diplomáticas con Argentina.
El canciller Gerardo Werthein fue de los primeros en llegar y saludar al embajador, Mauritz Verheijden, quien sorprendió no sólo por su elevada estatura, sino también por su correcto manejo del idioma español, a poco de hacerse cargo de la sede diplomática.
Cordial, y sin tocar temas ríspido como el acuerdo Unión Europea-Mercosur, el embajador nombró a la reina Máxima (argentina de nacimiento) y recordó que Países Bajos es “el Estado de la UE al que se dirigen más exportaciones argentinas”.
Antes de terminar, el embajador reclamó una oportunidad para empresas de su país interesadas en manejar la Hidrovía. “Estoy convencido de que las empresas neerlandesas están bien posicionadas para hacer la Vía Navegable Troncal más eficiente, navegable y segura”, dijo el diplomático, días antes de que el Gobierno anunciara una auditoría de la ONU sobre los pliegos de la demorada licitación de la vía navegable.
Un “facilitador” entre Milei y el gobernador de San Luis
“Estamos conversando, estamos conversando”, se atajó, con una sonrisa pícara, el gobernador de San Luis, Claudio Poggi, cuando los periodistas lo abordaron, días atrás, a la salida del despacho que el jefe de gabinete, Guillermo Francos, ocupa en la planta baja de la Casa Rosada.
El mandatario provincial, que viene de derrotar a la lista del PJ puntano en las elecciones provinciales del domingo 11 de mayo, necesita un nuevo triunfo en octubre contra su antecesor, Alberto Rodríguez Saá.
Por eso, cerca suyo reconocen que un acuerdo con Javier Milei es posible, más allá de que el mandatario provincial –exsocio de Horacio Rodríguez Larreta–no tenga pensado “pintarse de violeta”.
En las negociaciones para acercar partes participa el exdiputado radical Alejandro Cacace, cercano al gobernador y a la vez funcionario en el Ministerio de Desregulación que encabeza Federico Sturzenegger.
“Está contento allí, el ministro es muy ejecutivo y le encarga temas puntuales que él va resolviendo”, contó una fuente que conoce el trabajo de Cacace, y lo reconoce como uno de los principales “facilitadores” del diálogo bilateral.