“Luciano fue mi gran amor y lo va a ser siempre”, dice Gladys la Bomba Tucumana con la voz quebrada y los ojos llenos de lágrimas. Acaba de despedir a su novio Luciano Ojeda, que falleció el pasado sábado. La relación que tuvieron durante los últimos tres años fue un amor a primera vista que debió superar varias tormentas. La diferencia de edad fue una preocupación para la popular cantante: él le llevaba veinte años. Sin embargo, para Luciano no significaba ningún contratiempo, y después de todo, el amor fue más fuerte. En este tiempo también debieron enfrentar las operaciones y las sesiones de quimioterapia y rayos de él, y ella acompañó siempre con amor y paciencia.
Se habían conocido un caluroso verano en Carlos Paz, cuando ella estaba protagonizando Cocodrilísima y él fue a verla acompañado de los abogados de la Bomba. Tuvieron un par de encuentros hasta que llegó el primer beso y el mundo de Gladys cambió para siempre. Así le contaba a LA NACION ese momento: “Lo conocí en Carlos Paz, en el verano del 2022. Yo estaba haciendo la temporada y él fue con un grupo de amigos y con mi abogado. Después de la función fuimos a cenar todos y fue un flechazo. Esa noche no paramos de mirarnos. Hacía mil que no estaba en pareja yo y ni se me pasaba por la cabeza, ni tenía ganas tampoco. Estaba en mi mejor momento, pero se dio. Quizá tenía que acompañarlo en esto que está transitando”.
Cuando lo conoció, Luciano ya estaba enfermo: “Tiene un tumor y está con quimio. Es muy joven, tiene 38 años y es licenciado en higiene y seguridad. Se enteró en pandemia que estaba enfermo, lo operaron tres veces, pero tiene un tumor que vuelve a salir. En diciembre le sacaron todo y ahora los estudios no salieron bien y está haciendo quimio otra vez. También está con diálisis. Y yo lo acompaño. Cuando lo conocí se acababa de operar por primera vez y estaba bien. Me contó qué le pasaba recién cuando volvió a hacerse los estudios y el tumor estaba otra vez. Ya no lo pueden operar- explicaba la Bomba-. Esperemos que la quimio funcione porque es una persona muy linda, bueno, amoroso. Espero que Dios obre y lo sane porque él tiene todas las ganas de vivir. Tiene que ganar esta batalla, se lo merece. Luciano sigue su vida normal conmigo, sigue trabajando, cocinamos juntos, me acompaña a los shows. A veces me olvido que está enfermo. Son pocas las veces lo que lo vi descompensado. Cuando lo pienso me asusto mucho”.
Un lugar en el mundo
El año pasado la Bomba contó en LAM (América TV): “Nunca sentí esto que siento por él, pude desnudarme y decir por primera vez que me enamoré. Nuestra historia fue algo increíble, yo nunca en mi vida me imaginé que podía tatuarme algo junto a un hombre. En Carlos Paz hay un lugar que se llama El Puente Negro y nuestro tatuaje es la coordenada en latitud y longitud donde estuvimos abrazados, sin conocernos, por dos horas. Fue algo mágico. Cuando los dos juntamos los brazos se arma la brújula de agua con nuestros tatuajes. Es la primera vez en mi vida que me hice cargo de lo que siento”, reconoció. “El primer día que nos conocimos estuvimos dos horas abrazados sin que pase nada más. El segundo día nos dimos un beso. Vino a buscarme al teatro y fuimos a comer con mis abogados y con él, y después fuimos al Puente Negro, y ahí nos besamos”.
Durante un tiempo vivieron su amor si preocupaciones hasta que Ojeda debió hacerse controles médicos de rutina. Los resultados no dieron bien. Entonces volvieron las intervenciones quirúrgicas y las sesiones de quimioterapia y rayos. Y más problemas. “Me dejó porque estaba enfermo, estuvimos separados cuatro meses”, dijo en ese entonces la cantante. “El doctor que lo atendía medio que le dijo ‘andá a morirte a tu casa’. Sin ninguna esperanza, él no quiso que yo lo viera pasando por una quimio. De un día para el otro se fue y se llevó todas sus cosas. La pasé tan mal, sufrí tanto, le imploré tanto a Dios y a él que me dejara estar a su lado. Que después hiciera lo que quisiera, pero que me dejara acompañarlo”. Al poco tiempo, pudieron hablar y la relación se estabilizó.
La despedida
Este lunes, Gladys publicó en sus redes: “Solo paso por acá para agradecer a todas las personas que te apreciaron y estuvieron a tu lado hasta tu último momento en este mundo injusto, lleno de maldad, de envidia, de dolor. Ahora solo decir: ¡Gracias! Gracias por todos los momentos compartidos, por el inmenso amor que me diste, por el inmenso amor que te di, por haberlo dado todo —y cuando digo todo es todo, hasta lo que no tenías— y el amor que le diste a todas las personas que amaste».
“Cada día será más claro para mí saber y darme cuenta de que eras un ángel, de verdad lo eras, mi Chano. Yo tuve el privilegio de vivir con un ángel que solo vino a este mundo a enseñar, a amar, pero también a sufrir, a padecer. En lo poco que viviste, por lo menos a mí me enseñaste tantas cosas… Que el dinero no importa, que hay que ser valiente, que es mejor unir que separar, que para amar solo hay que saber hacerlo, y nosotros supimos. Lo dimos todo, mi amor, mi gran amor. Ahora estoy en el mismo sillón donde muchas veces intentabas dormir para que yo no supiera que te dolía. ¿Qué puedo decir? Me dejás sin palabras, sin aliento, sin esperanza. Hoy, 25 de mayo, con un día completamente gris y raro, ¡ya no estás aquí conmigo! No puedo verte… Espero que salgas de nuestro cuarto con tus pasos cansados, pero no venís y ya no puedo besarte, mi amor, y no podemos pensar: ‘¿Qué hacemos hoy? ¿Qué comemos? ¿O qué plan tenemos para hoy?’. No puedo olerte, pero están tus cosas acá conmigo, y en mi alma para siempre, sintiendo este gran amor incondicional. ¡Hasta el final! ¡Eres un soldado increíble! Cómo luchaste por vivir, por nosotros, para no dejarme… Pero solo hace unos días me miraste y me dijiste: ‘Mami, perdón. Ya no más, viví y luché por vos hasta hoy, pero ya no puedo, perdón amor’, me dijiste… Tan lúcido, tan seguro, amándome hasta tu última mirada, tu último beso en mi boca», continúa la cantante en la publicación.
“Te casaste conmigo, nos casamos ante Dios, con nuestras alianzas sellamos nuestro amor eterno que trasciende la muerte, ¡la horrible muerte! Mi capitán, mi soldado, ¡el más valiente! ¡El que se bancó mil flagelaciones todo por vivir! Por nosotros, por nuestro amor. No puedo siquiera pensar que me dejaste, mi gran amor. ¿No es cierto que ya no podremos besarnos, charlar, cocinar, salir de viaje, pescar, hacer todo lo que amábamos los dos? ¡Qué lástima que nos duró tan poco! Pienso que tienes unas alas blancas, plateadas, y que me mirás desde algún lugar porque ya eres un ángel, ¡amor de mi vida! ¡No encuentro consuelo para tanto dolor! Nadie puede siquiera imaginar la pureza y la grandeza de nuestro amor, nadie. Solo nosotros dos sabemos el amor que nos teníamos. Y así será eternamente, porque vos, vos, mi valiente esposo, fuiste mi gran y único amor. Te lo prometo, mi hermoso esposo, mi gran amor. Tengo mil cosas más para decir de vos y de nuestro amor, pero no alcanzarían todas las hojas del mundo. Te amo, te extraño, te necesito, mi gran amor, ¡mi vida! Mi flaco, mi guerrero, mi centurión, mi turco, mi soldado, mi capitán, mi Chano, mi Luciano… Mi gran y único amor eterno. Descansa, amor mío. Ya no duele más…“, finaliza el sentido texto.
Casarse fue algo que les quedó pendiente. El deseo estaba, pero el momento nunca llegó.