En un movimiento que reaviva preocupaciones financieras para miles de estadounidenses, aproximadamente 450.000 personas mayores de 62 años podrían ver una reducción en sus pagos de Seguridad Social en junio debido a préstamos estudiantiles impagos. Tras años de haber pausado el cobro de estas deudas bajo directrices de alivio por la pandemia, el plan de cobrar nuevamente fue confirmado por el gobierno federal a partir del 5 de mayo.
El Consumer Financial Protection Bureau identificó a este grupo demográfico como particularmente vulnerable a los cambios en las políticas de cobro, ya que muchos dependen íntegramente de sus beneficios de seguridad social para su sustento diario. Expertos financieros resaltan el impacto potencialmente severo en la estabilidad económica personal de un número significativo de jubilados. Desde la implementación del Programa de Compensación del Tesoro, el gobierno federal está autorizado a retener hasta el 15% de los beneficios mensuales de la Seguridad Social de los prestatarios que se encuentran en mora.
Las cifras sobre el dinero que podrían perder son concretas: para aquellos beneficiarios que reciben el pago mensual promedio de $1,976 de la Administración del Seguro Social, un embargo del 15% representaría una reducción de $296.40 mensuales. En muchos casos, esto se traduce en una importante pérdida del ingreso para aquellos que ya operan con presupuestos notablemente ajustados.
Políticas de cobro reinstauradas
La decisión de reanudar los cobros de préstamos estudiantiles impagos sigue una serie de políticas vinculadas a la administración durante la era de COVID-19, periodo en el cual se habían suspendido temporalmente tales embargos. La respuesta normativa a la pandemia había permitido a los deudores alguna flexibilidad para reordenar sus finanzas en crisis, asegurando que ni los ingresos de la seguridad social ni otros beneficios esenciales fueran utilizados para satisfacer los cobros de ya crecientes deudas estudiantiles.
Para los beneficiarios preocupados por la reducción de sus cheques de Seguridad Social, hay alternativas. Tom O’Hare, un asesor universitario íntegro de Get College Going, sugirió en Newsweek que los deudores en mora pueden explorar opciones como el establecer planes de pago que se alineen mejor con sus ingresos actuales, buscando así evitar los embargos. Por ejemplo, los planes de pago basados en ingresos pueden ajustar el monto a pagar mensualmente, reduciendo o incluso eliminando las cuotas de aquellos que están altamente endeudados y tienen ingresos extremadamente limitados.
Por otro lado, Bethany Hubert, especialista en ayudas financieras en Earnest, recomendó que los individuos afectados tomen la iniciativa de comunicarse con sus administradores de préstamos para encontrar opciones de aplazamiento o indulgencia. Estos programas ofrecen la posibilidad de retrasar los pagos sin que se acumulen penalizaciones adicionales, brindando tiempo para que los prestatarios mejoren sus circunstancias económicas.
Consecuencias de ser deudor estudiantil
Además de la potencial reducción de los pagos de la Seguridad Social, los deudores en mora enfrentan otras consecuencias significativas. Incapacidad para acceder a nuevos beneficios federales como Pell Grants y la imposibilidad de obtener futuros préstamos estudiantiles acentúan el peso de estar en mora. Esta situación también deja una marca negativa en los informes crediticios, afectando la puntuación de crédito del individuo y representando un obstáculo para financiar compras importantes como viviendas o vehículos.
El impacto en el mercado de crédito se amplía dado que el Departamento de Educación también informa el estado de morosidad a las agencias de crédito, lo cual podría ralentizar significativamente la recuperación financiera personal. En declaraciones recogidas por Newsweek, la Secretaria de Educación, Linda McMahon, urgió a la reforma del sistema de financiación universitaria de Estados Unidos. La administración estudia simplificar las opciones de pago y reducir el número de planes de pago disponibles bajo lo que mencionan como un proyecto legislativo audaz: la One Big Beautiful Bill Act.