Un turista saltó la valla de seguridad, cayó más de 5 metros en el famoso museo del Ejército de Terracota en China y destruyó dos de sus estatuas, que tienen más de 2000 años de antigüedad. Ahora, el hombre podría enfrentar una multa de hasta 9 millones de dólares por los destrozos ya que se trata de material arqueológico de un valor incalculable.
Los Guerreros de Terracota son una colección de estatuas de arcilla que representan las figuras de los guerreros y caballos del ejército del autoproclamado primer emperador de China. Estos monumentos son una de las grandes atracciones de la ciudad de Xi’an, ubicada en el centro del país.
El diario The Sun informó que el visitante, de 30 años, saltó por encima del pasamanos que rodea las figuras de guerreros de arcilla en el museo chino y produjo la rotura de dos de sus esculturas, que fueron construidas entre los años 210 y 209 a.C. En las imágenes se puede ver al hombre acostado de espaldas en el suelo y retorciéndose del dolor por la caída al foso, que se encuentra a 5,5 metros de profundidad.
Mientras el turista se encontraba en el piso, los demás espectadores se alarmaron y comenzaron a grabar el accidente y a pedir ayuda, sin entender qué es lo que había sucedido. En paralelo, los guardias de seguridad del museo intervinieron rápidamente para detener al intruso antes de que causara más daño.
En las imágenes que tomaron los turistas se puede apreciar la magnitud del daño causado a las estatuas. Dos de las esculturas de arcilla fueron derribadas y se veían cómo los pedazos quedaron desperdigados en el suelo luego de que el hombre las empujara.
Las estatuas, con dados de diversa gravedad
Según informaron las autoridades del museo chino, el monumento sufrió daños de “diversa gravedad”, mientras que el hombre fue identificado únicamente por su apellido Sun y tendría problemas de salud mental. Se abrió una investigación administrativa para esclarecer las circunstancias en que el visitante logró superar las medidas de seguridad para lanzarse al foso. A pesar del incidente, el personal del museo confirmó que la exposición en Xi’an sigue abierta al público.
No es la primera vez que este museo sufre la agresión de un visitante. En 2017, un ciudadano estadounidense admitió haber robado un dedo pulgar de uno de los guerreros de terracota mientras estaba en exhibición en Pensilvania. Michael Rohana, de poco más de 20 años, lo rompió mientras la estatua estaba expuesta en el museo Franklin Institute.
En ese caso, se estimó que la estatua tenía un valor de 4,5 millones de dólares. Bajo ese cálculo, los daños causados por el turista ahora podrían ascender a unos 9 millones de dólares, si se confirma que las estatuas quedaron arruinadas.
En ese entonces, el ladrón fue absuelto en un juicio que resultó nulo. Su abogado argumentó con éxito que había sido acusado erróneamente bajo leyes que generalmente se aplican a grandes robos en museos. Las cámaras de seguridad lo habían captado cerca las estatuas, haciendo bromas con sus amigos y tomándose selfies, antes de aparentemente romper una parte de una de las esculturas y marcharse.