La política española se mueve en las últimas horas entre el “esperpento”, el “bochorno” y el “espectáculo”. Después de la comparecencia ofrecida en la mañana de este martes por la todavía militante socialista Leire Díez, la excargo del PSOE, el comisionista del caso Koldo, Víctor de Aldama, y el empresario Javier Pérez Dolset, imputado en un caso de fraude, han protagonizado un tenso enfrentamiento. Aldama ha intentado cortar el paso a Díez, acusándole de mentir, mientras que Dolset, entre empujones, ha tratado de evitar que Aldama llegara hasta Díez. Y, todo ello, ante la presencia de cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas.
Antes, Díez ha negado haber actuado en nombre del PSOE cuando mantuvo reuniones con empresarios y abogados, a quienes ofrecía tratos con la Administración a cambio de información comprometida de determinados mandos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. “Puse encima de la mesa lo que el ordenamiento me permite. No comprometí ningún comportamiento de ningún servidor público”, ha declarado la exconcejala socialista, que ha terminado su comparecencia aclarando que no es “ni fontanera ni cobarde”.
Tras este episodio y la nueva irrupción de Aldama, la portavoz del PSOE, Esther Peña, ha acusado al empresario de marcar el paso al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. “Esta mañana hemos visto cómo las cloacas dirigidas por el Partido Popular la pasada legislatura están muy nerviosas. De hecho, han enviado a un imputado por delitos gravísimos a reventar una rueda de prensa. Hay muchos nervios en sectores importantes del poder y no sabemos por qué ni cuál es la razón, pero ahí están y se están moviendo”, ha señalado en un vídeo facilitado a la prensa.
Para los socialistas, estas actividades son “muy preocupantes”, al entender que “están dando una marcha más contra el Partido Socialista y contra el Gobierno de España”. “Y esto no es ficción, esto no es un recurso dialéctico. El objetivo claro es tumbar al Gobierno. El propio Aldama se lo pide a Feijóo ante las cámaras y sin ningún pudor, un imputado marcando al jefe de la oposición la línea a seguir”, ha añadido Peña.
Más allá de recordar la legitimidad del Gobierno de Pedro Sánchez, Peña ha defendido que su partido hará frente a quien “se comporta como una mafia”. “Salieron del Gobierno y a lomos de las cloacas quieren volver a él”. Asimismo, ha augurado la continuidad del Ejecutivo de coalición. “Sabemos que el objetivo es Pedro Sánchez. Así lo llevamos viviendo estos últimos siete años. Es más, sabemos que les pillaron las cloacas cuando ni siquiera era presidente del Gobierno. Pero ningún ataque despiadado, ningún ataque fuera de control va a despistarnos a los socialistas de lo que es verdaderamente importante”, ha remachado.
Page pide adelantar las elecciones generales
Por su parte, el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, ha transmitido un mensaje de “serenidad” y “tranquilidad” ante lo que considera una campaña de “guerra sucia de la derecha” contra el Gobierno de España. Al ser preguntado por la comparecencia de Leire Díez y la asistencia por sorpresa en la misma de Aldama, López ha enmarcado lo ocurrido en una “estrategia delimitada por parte de la derecha de montar un ruido ensordecedor”, ya que “es muy evidente que hay una campaña de guerra sucia contra el Gobierno de España”.
Aunque el Ferraz y Moncloa tratan de echar balones fuera, la actuación del partido frente a los polémicos audios sobre Leire Díez –salpican a empresarios imputados, abogados, mandos de la UCO y fiscales– sigue sin aplacar el descontento en el seno del partido de la rosa, canalizado a través del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. El barón socialista ha pedido un adelanto de las elecciones generales para que “la política nacional no arrastre al PSOE en los territorios”, como, según él, ocurrió en las últimas autonómicas y municipales: “No puede volver a pasar”. Para el líder castellanomanchego, el “espectáculo” de este martes protagonizado por Leire Díez, Víctor de Aldama y Javier Pérez Dolset le ha hecho “sentir bochorno”. “Para el PSOE es un drama todo el espectáculo que se está ofreciendo”, ha aseverado.
Más allá del PSOE, este asunto también genera intranquilidad en Sumar, el socio minoritario del PSOE en el Gobierno. La vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha considerado que “la corrupción y los esperpentos no son compatibles con la democracia”, por lo que cree que “ha llegado el momento de dar explicaciones con mucha serenidad y, desde luego, continuar haciendo lo que creemos que es lo que hay que hacer en el Gobierno”. La también ministra de Trabajo ha calificado de “esperpento” la comparecencia de este miércoles de Leire Díez y todo lo relacionado con este caso y ha dicho que “merece una profunda aclaración” por parte de los socialistas.