Este jueves, la Academia Nacional de Periodismo (ADEPA) otorgó el premio Pluma de Honor 2024 y 2025 a Leila Guerrero y Jorge Fernández Díaz. En el acto, que se llevó a cabo en la Biblioteca Nacional, la entidad distinguió también, con un diploma de honor, al fallecido periodista y conductor, Jorge Lanata. Las encargadas de recibir la condecoración fueron sus hijas, Lola y Bárbara.
“Es un honor estar acá, recibiendo este reconocimiento en nombre de nuestro papá”, comenzó diciendo la mayor de las hijas del conductor de Dia D. Y su hermana continuó: “Este diploma le hubiera significado mucho, no solo por su carrera como periodista, sino porque él defendió siempre la libertad de expresión”.
“Para nosotras es una forma de seguir acompañándolo, de sentir que su voz sigue presente y de agradecerle todo lo que nos enseñó con su trabajo, que fue el motor principal de su vida. Papá vivía constantemente buscando proyectos e historias para contar, programas para hacer e incluso cuando soñaba conducía su programa de radio. Y así fue hasta sus últimos días de vida. Gracias a la Academia Nacional de Periodismo por este homenaje. Nos llena de emoción y de orgullo poder recibirlo en su nombre”, expresaron sobre el escenario.
Una vez que terminó la entrega de premios, al salir del lugar, Bárbara fue abordada por un cronista de Intrusos, que quiso saber cómo habían vivido ese momento junto a las madres de ambas, Andrea Rodríguez y Sara Stewart Brown, que estuvieron también presentes en la ceremonia. “Fue muy lindo y muy emocionante”, indicó la productora. Al ver que las otras tres mujeres habían quedado atrás, Bárbara las buscó con la mirada. “No la dejen sola”, bromeó el cronista. Y Stuart Brown, acercándose a su hija, no dejó dudas sobre el presente de la familia: “No está sola. Estamos las cuatro juntas”.
“Todas lo extrañamos todos los días, pero lo vamos llevando. Vamos mirando recuerdos, hablamos sobre él entre nosotras. Más allá de todo lo que pasó, lo más importante fue y es mi papá y en eso tenemos que enfocarnos. Fue una persona superimportante y lo va a ser siempre, y hay que recordarlo a él, no hay que hablar de ninguna otra cosa que no sea él”, agregó Lola, que, sin mencionarlo, se refirió al conflicto que las enfrentó tanto mediática como judicialmente a la última esposa de su padre, la abogada Elba Marcovecchio.
Cuando el cronista les preguntó si hablaban sobre la herencia, las dos hijas del fallecido conductor, negaron con sus cabezas. “No, no queremos hablar de eso”, indicó Lola. Y Bárbara agregó: “Viene todo muy lento y no vamos a hablar sobre eso”, en relación con el juicio sucesorio.
Desde el piso, Paula Varela sumó data al respecto: “Me dicen que se sigue esperando que el juzgado apruebe la sucesión, que estaría tardando demasiado. Las chicas no pueden acceder a la casa de su padre, porque Elba no les dio las llaves para que puedan acceder”.
“Ella vive ahí, con sus hijos. Los empleados están todos desvinculados y cobraron sus indemnizaciones. Una parte la pagaron Bárbara y Lola, otra parte Elba y una tercera parte salió del dinero que había dejado Jorge”, informó la panelista del ciclo de América TV.
Jorge Lanata murió el 30 de diciembre, a los 64 años, luego de una larga internación en el Hospital Italiano y varias complicaciones en su cuadro clínico a lo largo de más de seis meses.
Lanata pasó los últimos días en la terapia intensiva del hospital ubicado en el barrio de Almagro. Y si bien su entorno mantenía las esperanzas de un posible traslado a un centro de rehabilitación, distintas afecciones fueron alejando esa posibilidad.