Tras una serie de nuevos allanamientos en busca de mercadería trucha el domingo por la noche, La Salada aún permanece cerrada y con vigilancia policial, y su reapertura está prevista recién para el 15 de junio. Ante esto, algunos puesteros desesperados por mantener a sus familias, armaron la feria en la calle para poder vender sus productos de todas formas.
El móvil LN+ recorrió las calles linderas a los galpones clausurados, colmadas de un lado y de otro de percheros con mercadería, para encontrarse con varios comerciantes que esperan la reapertura del conjunto de ferias y que intentan seguir vendiendo sus prendas pese al conflicto allí, de cara al Día del Padre este domingo.
“Estamos activos acá”
“Estamos activos acá. Ojalá puedan abrir las ferias para poder laburar. Algunas galerías abrieron no todas”, afirmó un comerciante.
Otro, dueño de un puesto contiguo al primero, compartió los bajos precios de algunos productos que vende en el mercado informal de ropa: “Las pantuflas las estamos vendiendo a $10.000. Dos por $18.000 y la frazada $18.000”
Una clienta que paseaba por la zona le dijo a LN+: “Estamos esperando a que abran los galpones grandes”.
Y otra puestera se arrimó al móvil para ofrecer también su mercancía:
“Tenemos guantes desde 1000 hasta 3000 pesos. Dos pares por 6500 y tenés pantuflas de 12.000 a 15.000”.
Un cuarto comerciante contó que vendía el disfraz de El Hombre Araña a $20.000 y, un último, “el pack de doce medias”, a $ 2500.
Temor en los talleres
Mientras tanto en los talleres persiste el miedo. Cuando la justicia clausuró galpones y los administradores fueron detenidos, los puesteros quedaron atrapados en una maraña judicial, en muchos casos, sin poder acceder a su propia mercadería ni a su dinero.
En ese sentido, los puesteros transmitieron al móvil del LN+ su temor de que la autoridades incauten la mercadería de producción propia, es decir, la que no viola la ley de marcas, en los nuevos allanamientos.