El presidente del Sindicato Internacional de Trabajadores de Servicios, David Huerta, ha sido puesto en libertad bajo fianza de 50.000 dólares (43.780 euros) tras comparecer este lunes ante un tribunal de California por obstaculizar la labor de las fuerzas de seguridad durante las protestas desatadas el pasado viernes en Los Ángeles, contra las redadas migratorias llevadas a cabo por las autoridades estadounidenses.
Huerta deberá comparecer de nuevo el próximo 7 de julio por un cargo de conspiración para obstruir la labor de las fuerzas de seguridad, al intentar impedirles el acceso a unas instalaciones en las que tenían intención de realizar un registro con orden judicial, un caso del que no se ha declarado culpable, según ha indicado la Fiscalía del Distrito Central de California.
El líder sindicalista se encontraba junto a una multitud de personas en el exterior de un local cuando «se enfrentó físicamente con uno de nuestros agentes y se resistió y tuvo que ser rociado con pulverizador de pimienta y reducido», señaló en declaraciones a la NBC el fiscal federal para Los Ángeles, Bill Essayli.
A la salida de la vista judicial, Huerta ha asegurado que las autoridades quieren darle «un escarmiento», si bien él está «dispuesto a afrontarlo».
«No lo afrontaré solo porque sé que mi familia y mi comunidad están conmigo. Sé que cuando nos organizamos, ganamos», ha señalado en declaraciones recogidas por la cadena de televisión CNN, antes de defender que «nada se resolverá con violencia». «Tenemos que asegurarnos de que luchamos por los más vulnerables de entre nosotros», ha agregado.
