La noche del lunes 9 de junio se vio empañada por un violento enfrentamiento a las afueras de las instalaciones del Canal RCN, en Bogotá, luego de que se conocieran los resultados de la final de un reality show.
Según reportes en las redes, grupos de seguidores del cantante Altafulla y los de Melissa Gate protagonizaron una gresca en la vía pública, utilizando cuchillos, machetes e, incluso, botellas como armas improvisadas.
De acuerdo con lo que compartieron los testigos en el lugar, el comportamiento agresivo de varias personas, a quienes describieron como exaltadas y fuera de control, generó preocupación por la seguridad de transeúntes y trabajadores del canal. De hecho, se conoció que a los famosos que participaron en la competencia de convivencia también les afectó la situación.
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Aunque no se ha confirmado si hubo heridos ni detenidos, el hecho ha sido duramente criticado en las redes sociales, donde usuarios reprochan la irracionalidad de llevar una preferencia televisiva al punto de la violencia y también sobre las acciones de seguridad y protección que brinda el Canal RCN, teniendo en cuenta, según los internautas, que permite y apoya el acompañamiento de fandoms en las instalaciones del programa.
Lo que debía ser una noche de fiesta televisiva terminó en caos, pues la final de La casa de los famosos Colombia 2 se convirtió en el escenario de disturbios protagonizados por seguidores enfrentados por el resultado del programa.
El barranquillero Andrés Altafulla, quien ingresó a la competencia en la novena semana, se coronó como el ganador con el 51,84% de los votos a su favor, superando por un margen estrecho a la influenciadora paisa Melissa Puerta, conocida como ‘Melissa Gate’, que obtuvo el 44,81% y que por varias semanas fue la favorita del público, ya que estuvo en competencia desde el día uno y fue una de las celebridades que más contenido creó, según se comenta en las plataformas digitales.
Sin embargo, el desenlace provocó una reacción inesperada por parte de sus seguidores, que desataron un enfrentamiento físico en las inmediaciones del canal en Bogotá.
La tensión se había ido acumulando a lo largo de las semanas, pues desde su ingreso tardío al reality, Altafulla fue objeto de críticas por lo que muchos consideraban una ventaja injusta: conocía las dinámicas del programa, no había soportado el encierro desde el primer día y aún así alcanzó la final.
Mientras tanto, sus contrincantes, entre ellos Melissa habían estado expuestos desde el inicio, viviendo el desgaste físico y emocional de 19 semanas de convivencia extrema. Para muchos espectadores, ese contraste fue motivo suficiente para rechazar la legitimidad del triunfo del costeño, pese a que los resultados se basaron en votación pública.
La controversia dentro de la casa no fue menor entre los finalistas, Altafulla y Puerta protagonizaron varias discusiones subidas de tono que polarizaron a la audiencia. Las diferencias de carácter, estilo de vida y origen geográfico se convirtieron en banderas de los seguidores de cada uno al punto de que esa división se trasladó al mundo real en forma de violencia.
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plantearon serias preguntas sobre la responsabilidad colectiva y el impacto emocional que ciertos contenidos televisivos pueden tener en la audiencia.