Adivinanza: ¿cuál es la profesión de base del mayor experto en “compasión” del mundo contemporáneo? No es fácil de acertar, pero si es el inicio de una nota para este suplemento, ya hay una pista: Paul Gilbert, máxima autoridad académica en los estudios sobre “compasión”, estudió completa la carrera de economista antes de volcarse a la psicología.
“Era la carrera que tenía disponible en aquel momento, que seguían muchos amigos, así que me terminé volcando de entrada para ese lado”, contó Gilbert a LA NACION durante su visita a la Argentina, el mes pasado. “Sigo muy interesado en la economía, y de hecho creo que el enfoque compasivo sirve para tomar mejores decisiones, inclusive a nivel empresario y financiero”, explica.
Gilbert estuvo dos semanas en Buenos Aires y el sur del país en abril, incitado por la neuróloga Lorena Llobenes. “Si Jon Kabat-Zinn es hoy el referente del ‘mindfulness’ (atención plena), Gilbert es sin duda la principal referencia en lo que se está denominando ‘heartfulness’ (atención con el corazón, plenitud consciente, no hay una traducción exacta)”, lo describe el psicólogo y especialista en bienestar organizacional Diego Kerner.
El terreno de los estudios en “compasión” estalló en el último año. Fue la palabra más usada en eventos en el último SXSW, el festival de innovación, creatividad y cultura pop más importante del mundo, que se realiza en Austin, Texas. Y ya hay “compassion reports” de las principales consultoras internacionales. “Esto va más allá de lo moral, tiene que ver con sentirnos mejor, con neurociencia aplicada y con tomar mejores decisiones”, agrega Gilbert en diálogo con este medio.
¿Qué otros economistas de base rumbearon luego para lugares distintos y se volvieron famosos y relevantes en otra faceta? Hay muchísimos casos, sobre todo en el mundo del espectáculo.
Los ejemplos más conocidos son los del actor autríaco-estadounidense Arnold Schwarzenegger (Terminator), también gobernador por el partido Republicano en California entre 2003 y 2011 (tiene una licenciatura en Economía y Negocios en la Universidad de Wisconsin); y el de Mick Jagger, que dejó la carrera de economista en 1961 en la London School of Economics para dedicarse a la música, a pesar de que un profesor (el historiador económico Walter Stern) le advirtió: “Verá que no ganará mucho dinero con una banda de rock”.
Hace casi un par de décadas entrevisté a dos personas por entonces muy conocidas en el mundo del espectáculo que tenían carreras previas de economistas. Una mañana de otoño nos juntamos a charlar en el bar de la Biblioteca Nacional con Arturo Goetz, quien fue un economista full time hasta los 50 años para luego convertirse en actor; y con el humorista Juan Carlos “Yayo” Guridi.
Goetz, que falleció en 2014, a los 70 años, fue un actor fetiche para varios directores del nuevo cine argentino, entre ellos Lucrecia Martel, que lo convocó para La Niña Santa; Ana Katz (trabajó con ella en La Novia Errante) y Daniel Burman, quien lo llamó para interpretar al papá de Daniel Hendler en Derecho de Familia (el inolvidable “Perelman”).
Décadas antes, Goetz había decidido estudiar Economía a instancias de un profesor de esa materia que tuvo en el colegio secundario, el fiscalista Raúl Cuello. Se doctoró en Oxford, donde conoció al Nobel John Hicks, trabajó para las Naciones Unidas y delineó los detalles técnicos del Plan Alimentario Nacional (PAN), que promovió Raúl Alfonsín.
En la misma entrevista en la Biblioteca Nacional, Guridi contó que había estudiado en la Universidad Nacional de Córdoba y que había evaluado proyectos de inversión antes de saltar a la fama como humorista en VideoMatch. Durante la nota, jugamos a ponerle nombre y apellido a los actores que protagonizarían una eventual película de la economía argentina: el Puma Goity como Cavallo, Federico Luppi (“sin bigotes”) como Lavagna, Cristina Banegas como Felisa Miceli. Fue una de esas “notas extraterrestre”, rarísimas (¡Yayo y Goetz hablando de economía!) y tardó varias semanas en salir (con el título de “Dos economistas de película”) porque los editores por entonces la veían como un bicho inclasificable para publicarla en Economía. Pero los tres la pasamos bien, y con Goetz seguí intercambiando, cada tanto, mails de cortesía.
A nivel internacional, hay más ejemplos divertidos para mencionar de famosos con título de economista. Aquí un top 10 variopinto:
Paul Newman: el actor, productor y director de cine que falleció en 2008 recibió su diploma en Kenyon College. En una entrevista, contó que aplicó algunos de los conceptos que aprendió durante la carrera en su faceta como empresario y filántropo, con la línea de aderezos “Newman’s Own”. Todos los beneficios que obtuvo esta franquicia (unos US$200 millones) fueron a obras de beneficencia
Gene Kelly: actor, bailarín y coreógrafo, estudió Economía en la Universidad de Pittsburg. Se recibió en 1933, en plena Gran Depresión, y cuando terminó la facultad puso una academia de baile, como negocio familiar, que le resultó rentable y le permitió años más tarde viajar a Nueva York para lanzar su carrera artística a gran escala
Mario Van Peebles: el actor y director estadounidense se diplomó en la Universidad de Columbia, en 1978
Danny Glover: el actor de Arma Mortal y Depredador 2 estudió economía en la Universidad de San Francisco
Lionel Richie: el cantante y compositor, intérprete de varios éxitos como “All Night Long”, “Hello” y “Say you, Say me”, se recibió de economista en Tuskegee University
Peter Gallagher: se graduó en Tusk. Personificó a Sandy Cohen en la serie The OC. Es un actor muy prolífico en películas, series y obras de teatro en Broadway
William Shatner: el actor canadiense que interpretó al Capitán Kirk en Star Trek también es economista. Actualmente tiene 94 años.