Un nuevo proyecto impulsado en el Concejo Municipal de Chicago reaviva el debate sobre los alquileres a corto plazo. El crecimiento explosivo de plataformas como Airbnb y Vrbo transformó zonas residenciales en focos de fiesta y desorden, por lo que algunos concejales quieren frenar esa expansión barrio por barrio. La iniciativa, respaldada por Anthony Napolitano, apunta a devolverle el control a los residentes y a los propios ediles, quienes podrían vetar nuevos arrendamientos turísticos sin necesidad de un complejo proceso ciudadano.
Cambio clave en Chicago para alquileres temporales: concejales podrían vetar nuevos alquileres sin el aval vecinal
Hasta ahora, los residentes que deseaban prohibir los alquileres de corta duración en barrios de Chicago debían organizarse, reunir firmas y seguir un procedimiento que exigía el respaldo del 25% de los votantes registrados en su distrito electoral. Esta condición complicaba mucho la posibilidad de acción, incluso para comunidades profundamente afectadas por el auge del turismo informal.
La ordenanza aprobada por el Comité de Licencias y Protección al Consumidor propone modificar esa lógica: permitiría que los concejales introduzcan ordenanzas para prohibir nuevos alquileres vacacionales en determinadas zonas residenciales, con un procedimiento más expedito y directo.
“Esto no es una ordenanza general para toda la ciudad. Los barrios no se cierran automáticamente. Se deben cerrar individualmente o no cerrarse en absoluto”, aclaró Napolitano, edil del distrito 41, que representa sectores del extremo noroeste de Chicago, en diálogo con Chicago Sun-Times.
Según el nuevo texto propuesto, si se aprueba la ordenanza a nivel general, los concejales podrán delimitar zonas residenciales de Chicago restringidas donde no se autorizarán nuevas unidades destinadas a alquileres temporarios, sean del tipo “shared housing” o propiedades completas.
Las reglas que propone la nueva ordenanza de Chicago para alquileres temporales
El proyecto aprobado en comisión plantea modificaciones puntuales al Código Municipal de Chicago, específicamente al Capítulo 4-17, que regula las zonas residenciales restringidas. La normativa introduce nuevas definiciones, detalla los procedimientos y establece condiciones para implementar restricciones.
Entre los principales puntos, se destacan:
- Los concejales podrán presentar ordenanzas para declarar una zona como “residencial restringida” sin necesidad de peticiones previas si detectan una problemática concreta.
- Estas zonas podrán prohibir la emisión de permisos para nuevos alquileres turísticos, ya sea para viviendas completas o compartidas, y en cualquier combinación.
- La prohibición podrá aplicarse a todas las propiedades residenciales de ese distrito electoral o solo a las que no constituyan la residencia principal de su propietario.
- La ordenanza tendrá una duración inicial de cuatro años, renovable, sin necesidad de otra petición vecinal.
- En caso de una redistritación de barrios, se podrá modificar la zona restringida para ajustarse a los nuevos límites, siempre que se mantenga el apoyo del 25% de los votantes del nuevo distrito.
Airbnb y Vrbo se oponen: acusan violación de derechos de propiedad
Como era de esperarse, las plataformas más conocidas del mercado de alquileres temporales expresaron un fuerte rechazo a la propuesta. Jonathan Buckner, gerente de políticas públicas de Airbnb en Chicago, criticó la ordenanza al considerarla una intromisión innecesaria. “Es un exceso legislativo y una violación injustificada de los derechos constitucionales de propiedad de los residentes de Chicago”, manifestó, según lo citado por Chicago Sun-Times.
El ejecutivo dejó en claro que, si se aprueba esta modificación, la compañía evaluará todos los recursos disponibles para proteger a sus anfitriones.
Según el texto aprobado por el comité, si una zona queda restringida y las plataformas desean revertir esa decisión, deberán iniciar un nuevo proceso. En ese caso, recaerá sobre ellas la responsabilidad de reunir firmas del 10% de los votantes del distrito electoral afectado para anular el veto. Este requisito invierte el peso del trámite, que hasta ahora recae sobre los vecinos.
¿Qué falta para que se apruebe la ordenanza de alquileres temporales en Chicago?
El proyecto pasará a votación en el pleno del Concejo Municipal. Si recibe el apoyo necesario, se convertirá en ley y los concejales podrán empezar a delimitar zonas residenciales restringidas en sus respectivos distritos.
De prosperar, se abrirá una etapa inédita en la regulación de Airbnb y Vrbo en Chicago, donde los barrios tendrán voz directa a través de sus concejales para decidir cómo convivir con el fenómeno de los alquileres vacacionales.