República Dominicana puso en duda el anuncio del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil de Venezuela (INAC) sobre la reanudación de vuelos entre ambos países, suspendidos desde julio de 2024 tras el cuestionamiento a la proclamación de Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales.
El restablecimiento de los vuelos comerciales entre Venezuela y Panamá el 27 de mayo de 2024 marcó un primer paso en la reactivación de conexiones aéreas suspendidas tras la crisis diplomática generada por los comicios venezolanos.
Según informó la agencia EFE, la medida responde a una serie de tensiones diplomáticas que surgieron tras la proclamación de Nicolás Maduro como presidente, un resultado que varios gobiernos latinoamericanos cuestionaron y que llevó a la suspensión de vuelos y al retiro de personal diplomático.
“El INAC informa la reanudación de las operaciones aerocomerciales de pasajeros, carga y correo hacia y desde República Dominicana”, comunicó a través de su cuenta de Instagram, aunque no especificó si la medida tendría efecto inmediato ni ofreció detalles adicionales sobre el proceso.
La suspensión de vuelos se implementó el 31 de julio de 2024, cuando el gobierno de Maduro también cerró la conexión aérea con Panamá. Esta decisión se tomó en respuesta a lo que el Ejecutivo venezolano calificó como “acciones injerencistas” de ambos países, quienes, junto a otras naciones latinoamericanas, expresaron su preocupación por el desarrollo y los resultados de las elecciones presidenciales celebradas ese mes.
Los gobiernos de Panamá, República Dominicana, Uruguay, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Paraguay y Perú manifestaron su “profunda preocupación” por el proceso electoral y exigieron una revisión completa de los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que declaró ganador a Maduro. La oposición venezolana calificó el resultado como “fraudulento”.
Dominicana reacciono con cautela
La reacción de República Dominicana ante el anuncio venezolano ha sido cautelosa. El presidente de la Junta de Aviación Civil (JAC), Héctor Porcella, declaró en un comunicado oficial, “Evaluaremos con responsabilidad y en estricto apego al interés nacional cualquier solicitud de restablecimiento de rutas aéreas, como es el caso de Venezuela”. Porcella añadió que “hasta tanto se emita una decisión oficial, se mantienen suspendidas las operaciones aéreas entre ambos países”, y subrayó que cualquier resolución será comunicada por los canales institucionales correspondientes.
En respuesta a las críticas internacionales, el gobierno de Caracas solicitó el retiro inmediato de los representantes diplomáticos de Panamá y República Dominicana, así como de otros países latinoamericanos, en rechazo a lo que consideró “injerencistas acciones y declaraciones” sobre las presidenciales. Además, Venezuela decidió “retirar todo el personal diplomático de las misiones” en esas naciones, profundizando la ruptura de relaciones diplomáticas.
La suspensión de las operaciones aéreas también se justificó por parte del gobierno venezolano bajo la premisa de “la presunción del uso de la aviación civil con fines no compatibles con los principios de seguridad”, según el discurso oficial del chavismo. Esta argumentación se sumó a la narrativa de defensa de la soberanía nacional frente a lo que el Ejecutivo consideró presiones externas.
A pesar de la reanudación de vuelos comerciales entre Panamá y Venezuela el 27 de mayo de 2024, las relaciones diplomáticas entre ambos países permanecen en pausa, una situación que también se replica en el caso de República Dominicana. Aunque se restablecieron las rutas aéreas, no se ha producido un restablecimiento formal de los vínculos diplomáticos, lo que evidencia la persistencia de tensiones políticas y la falta de normalización plena en las relaciones bilaterales.
Mientras tanto, las aerolíneas y los pasajeros interesados en viajar entre Venezuela y República Dominicana permanecen a la espera de una decisión oficial que permita la reanudación efectiva de los vuelos.