Martín Pullaro, uno de los hermanos del gobernador de Santa Fe, fue víctima de una entradera el domingo en su casa ubicada en un barrio cerrado cercano a la localidad de Piñero, a 20 kilómetros al oeste de Rosario.

De acuerdo a las primeras informaciones, al menos tres delincuentes ingresaron al complejo Pinares del Sur, cuyo acceso principal se encuentra sobre la ruta A012 -en el km 7,5 cerca del cruce con ruta 18).

Una vez allí, cortaron el suministro eléctrico de la vivienda y esperaron a que el propietario saliera a verificar el desperfecto. Fue en ese momento cuando lo abordaron con amenazas y lo obligaron a ingresar al domicilio.

Según el diario El Litoral, tanto el hermano de Maximiliano Pullaro como su esposa fueron maniatados por los delincuentes, que lograron robar teléfonos celulares, una notebook, dinero y un dispositivo vinculado al sistema de cámaras de seguridad. Mientras dos asaltantes revisaban la casa, el tercero hacía de campana.

Tras el asalto, los ladrones se dieron a la fuga. Las víctimas lograron liberarse y dieron aviso al 911. Minutos después arribaron efectivos de distintas dependencias policiales, que realizaron las primeras pericias.

La investigación inicial sugiere que los delincuentes podrían haber entrado y huido a través de una reja lateral, y no se descarta la participación de un cuarto cómplice que habría aguardado en un vehículo.

Además de Martín, quien ejerce como subsecretario de Vinculación Estratégica del gobierno provincial, el gobernador de Santa Fe tiene un segundo hermano. Se trata de Damián, un dirigente histórico de la Unión Cívica Radical que este año se lanzó por primera vez como candidato, ocupando el segundo lugar en la lista de concejales de Unidos para Cambiar Santa Fe en Rosario, detrás de Carolina Labayru.

Cómo es el barrio cerrado en el que vive Martín Pullaro y donde se produjo la entradera

Pinares del Sur es un desarrollo inmobiliario privado situado en la localidad de Piñero. El predio se extiende sobre unas 25 hectáreas y cuenta con un lago central, amplias áreas verdes, y una variedad de árboles como pinos, robles y álamos plateados, lo que refuerza su perfil como urbanización orientada al contacto con la naturaleza.

Con terrenos que van desde los 400 hasta los 950 m2–y algunos que superan los 1000–ofrece infraestructura consolidada: calles de ripio, alumbrado LED, red eléctrica y sistema de agua potable con planta de tratamiento. Además, el barrio cuenta separación de residuos y obras hídricas para evitar anegamientos.

Entre los espacios comunes se destacan una casa club con restobar, piscina y solárium, canchas de tenis y fútbol, gimnasio, y circuitos aeróbicos junto al lago. Todo el perímetro está cerrado y cuenta con vigilancia las 24 horas.