La alarma es el sonido que muchos quisieran olvidar, ya que marca el inicio del día y nos insta a levantarnos de la cama. Según la psicóloga del sueño Roser Gort, despertar tan abruptamente puede afectar la jornada diaria. Y existen alternativas más saludables con beneficios para el organismo.
Gort comentó que las alarmas no dejan de ser un susto para el cuerpo, lo que hace que suba el cortisol y se active el modo alerta y la contracción muscular. Esto no es recomendable en la primera hora del día. “Empezar el día con una contracción muscular o cortisol en el cerebro genera un pico de estrés innecesario, porque uno ya tendrá suficiente durante el día”, explicó.
Recomendó que lo ideal para despertarse es hacer una transición de fases profundas a cada vez más ligeras, lo que significa despertar de una manera más natural. Existen despertadores de luz que producen luz gradual en la habitación, y de este modo el cuerpo se va despertando en función de la fase del sueño en la que se encuentra. Esto evita los picos de estrés que suelen producir las alarmas tradicionales.
Este tipo de alarmas, aunque son beneficiosas para la salud, no funcionan con una hora exacta, por lo que debe ponerlas durante unos 15-20 minutos antes de comenzar el día. Para aquellos que son un poco más escépticos y necesitan del sonido, Roser aseguró que estos también suelen tener sonidos relajantes que acompañan a la luz gradual y hacen que el despertar sea más agradable.
Además, la psicóloga indicó que hay que evitar que la alarma sea la del celular, no solo por el sonido que emite, sino para no tener la tentación de revisar las redes sociales. “Es una estimulación demasiado grande en un momento en el que el cerebro aún está despertando”, argumentó.
El País (Uruguay)