Por Álvaro Rodríguez del Moral
Sevilla, 19 jun. (EFE).- La novillada con picadores celebrada esta noche en la plaza de la Maestranza, en coincidencia con la festividad del Corpus, se ha saldado con la oreja cortada por el novillero moronense Martín Morilla que se suma a su destacada actuación en la final del VI Circuito de Novilladas de Andalucía.
El primero de la tarde, un novillo de aire manso bien picado por El Patilla, llegaría a la muleta sin dejar ese tono bravucón. Eso sí, tuvo la codicia y fijeza necesaria para que Diego Bastos trazara un puñado de buenos muletazos, especialmente por el pitón izquierdo, en una labor declinante que tuvo en contra la condición tarda del animal, pasaportado de una estocada fulminante.
Con el cuarto, un utrero manso y con movilidad engañosa, iba a volver a mostrarse firme, sorteando los viajes desordenados e informales de un animal inconstante al que acabaría pasaportando de un espadazo entero.
Fuentes Bocanegra iba a despachar un segundo aplomado y de viajes cortos que no iba a ser el mejor material para el novillero cordobés, por más que se mostrara voluntarioso ante esa embestida desclasada en una labor sin relieve que le obligó a abreviar, echándolo abajo de una estocada habilidosa y atravesada.
Con el quinto, un novillo galopón pero sin clase alguna, iba a volver a andar con más voluntad que acierto en un trasteo de escaso eco, ayuno de hilo, que llegó a impacientar a un sector del público. La espada no iba a estar afilada en esta ocasión.
Martín Morilla volvía a la plaza de la Maestranza después de actuar en la final del Circuito de Novilladas de Andalucía. Se lució y se mostró firme parando de capote al tercero, un ejemplar de pelo jabonero que se movió en la muleta del novillero de Morón, entonado y reunido con su embestida en una labor compacta y entregada que encontró su mejor expresión por el lado izquierdo.
Morilla, que concluyó su trasteo por ayudados, exprimió el fondo de ese animal al que iba a despachar de una estocada entera y fulminante que iba a piner en sus manos la primera oreja de la noche.
Con el mansurrón y desclasado sexto volvió a mostrarse firme en el manejo del capote antes de emplearse en una labor animosa en el colofón de un festejo marcado por el extremo calor y el escaso juego de los novillos de Murteira Grave.
Se han lidiado seis utreros de Murteira Grave, correctamente presentados. Resultó noble, mansurrón y noble el primero; deslucido el segundo; potable el tercero; informal y a la defensiva el cuarto; sin clase el quinto y mansurrón, bruto y rajado el sexto.
Diego Bastos, de Macarena y oro, vuelta al ruedo tras petición y silencio
Fuentes Bocanegra, de amapola y oro, silencio y silencio
Martín Morilla, de verde botella y oro, oreja y silencio
La plaza registró más de media entrada en tarde noche de calor sofocante. EFE
arm/fp