Pese a que irse a vivir al extranjero es una experiencia que hace que muchas personas encuentren en otros países un destino que sienten como hogar, son varios los que, aunque son felices con su decisión, destacan que todavía hay algunas cuestiones a las les cuesta acostumbrarse.
Esto se debe a que cada país cuenta con unas circunstancias específicas: gastronomía, clima, idioma, forma de relacionarse en sociedad… Por ello, es frecuente que los extranjeros experimenten un cierto choque cultural al encontrarse lejos de casa y tener que adaptarse a cuestiones con las que hasta el momento no habían lidiado o eran desconocidas para ellos.
“Yo adoro México, soy muy feliz”, explica Cris Hernando, una joven española que reside en México desde hace cuatro años y que comparte su experiencia viviendo en el extranjero a través de sus redes sociales (@crispis96 en TikTok). “Creo que me he adaptado superbién al país, a la gente, a la cultura, a todo, pero hay algunas cositas que, por mi forma de ser o de cómo me he criado, me cuestan“.
La época de lluvias en México
Aunque en conjunto, Cris valore muy positivamente su experiencia en México, existe una cuestión a la que no termina de acostumbrarse allí y esta es el clima: “Yo vivía en Madrid, donde no suele llover mucho”, explica la joven como norma general, indicando también que sí ha habido años en los que las precipitaciones han sido cuantiosas y frecuentes.
Esto provoca que, cuando llueve, en cierta manera se paralice el día a día normal de una persona: “No era normal que quedaras con tus amigas o incluso yo ni siquiera iba al gimnasio. Lo que acompañaba era peli, sofá, mantita, pedir una pizza, unas palomitas…”. Sin embargo, en México la situación es distinta: la época de lluvias puede durar meses y Cris explica que, pese a que ya lleve cuatro años viviendo allí, su cerebro “sigue programado de esa forma”.
“Llega la época de lluvias y a mí me entra una depresión estacional heavy. Los primeros días yo que digo ‘mantita, peli, pedimos unos tacos’, pero es que aquí llueve tres meses y a mí esos tres meses me dan ganas de hibernar”. De esta manera, pierde las ganas de salir de casa y prefiere los planes de interior o que incluso este se limite a “no salir de mi sofá”: “Yo solo quiero sentarme en el sofá, ver Gilmore Girls, poner Taylor Swift de fondo y ver la lluvia”.
Además, tal y como explica la española, la lluvia allí es “matadora”: “No puedes ir andando porque diluvia; no puedes ir en coche porque se inunda Ciudad de México. Entonces no puedes salir de tu casa. Obviamente, si tienes que trabajar, no te queda otra, pero el tráfico está horrible”.
Cris se encuentra todavía, tras cuatro años allí, en un proceso de adaptación en este sentido: “Yo estoy reprogramando mi cerebro ahora mismo porque necesito que se crea que nos encanta hacer ejercicio mientras llueve, que nuestra vida tiene que continuar, que no podemos estar tres meses sentados en el sofá”. Esto no impide, sin embargo, que ame México, tal y como ha explicado en múltiples ocasiones en sus vídeos.