Britney Spears y sus cinco cachorros fueron salvados en Tailandia por un equipo de rescatistas que los encontró en la jungla infestados de garrapatas y con signos de haber sido explotados en peleas clandestinas.
Luego del rescate y su mal estado de salud decidieron trasladarlos al refugio We Are Happy Doggo, donde recibieron atención especializada que ayudó a su recuperación.
El encargado de la operación, Neil Harbison, compartió esta historia a través de su cuenta de Instagram @niall.harbison, donde destacó que, a pesar de las dificultades para salvar a la perra, la unión y el trabajo en equipo fueron fundamentales para salir adelante.
El activista destacó la importancia que tuvo el apoyo comunitario para que los canes pudieran encontrar un nuevo hogar, pues gracias a esto se financiaron su tratamiento y rehabilitación, así como su traslado desde Tailandia hasta Escocia, donde finalmente fue adoptada.
Las huellas imborrables de las peleas de perros
El proceso de recuperación de Britney fue muy diferente al de sus crías, ya que mientras ellos fueron rápidamente lavados, desparasitados y adoptados, la mamá de las criaturas presentaba un comportamiento agresivo que complicaba su rehabilitación.
Neil señaló que su forma de comportarse podría tener relación con algún acontecimiento que haya vivido:“ Tal vez reacciona con agresividad porque estaba llena de miedo, el cual probablemente proviene de un pasado traumático desconocido, pero que dejó marcas profundas”, expresó el socorrista.
Sin embargo, el rescatista subrayó que, pese a los múltiples obstáculos, la dedicación conjunta de voluntarios, entrenadores y veterinarios fue clave para transformar la vida de la perra. “Fue un esfuerzo coordinado donde cada persona aportó su experiencia y tiempo para brindarle a Britney la oportunidad que merecía”, señaló.
El viaje de Britney Spears hacia su nuevo hogar
Neil confesó que cuando a finales de 2024 hizo un video prometiendo que 2025 sería el año en que Britney encontraría un hogar, ni él mismo estaba seguro de creerlo, pues hasta ese momento, la perra solo había recibido una solicitud de adopción, lo que hacía difícil imaginar un final feliz.
Sin embargo, todo cambió cuando un hombre llamado Sam la visitó y pasó una semana con ella. Según el rescatista, “fue como un amor a primera vista, la pareja perfecta”.
Gracias a esa conexión especial, Britney pudo dar un giro radical a su vida y comenzar una nueva etapa llena de esperanza y cariño, cruzando el mundo para instalarse en Escocia.
Neil Harbison expresó su profundo agradecimiento a toda la comunidad que se unió para apoyar la recuperación de Britney Spears, pues sin importar si fue a través de donaciones económicas, difusión constante en redes sociales y la movilización de voluntarios, muchas personas se convirtieron en piezas fundamentales para que esta canina pudiera superar sus traumas y comenzar una nueva vida.
La solidaridad mostrada no sólo permitió financiar su tratamiento y rehabilitación, sino que también hizo posible cubrir los gastos de su traslado desde Tailandia hasta Escocia para darle un hogar definitivo.