Una escuela en la ciudad de Guaymallén, Mendoza, está en máxima alerta luego de que una docente recibiera en su celular un video de un joven con un arma de fuego y una amenaza de matar a todos los profesores del turno tarde, excepto a ella.
La Dirección General de Escuelas (DGE) comenzó la investigación luego de que la docente denunciara que recibió un video que contenía una amenaza. Según lo que declaró, un joven que dijo ser alumno -información que hasta el momento no se pudo corroborar- mostró un texto que decía que iba a matar a todos los maestros del turno tarde, pero que a ella no.
La mujer informó que el video le llegó a su WhatsApp. “Todos los docentes del turno tarde”, decía parte del texto que mostraba el agresor.
En ese contexto, la escuela Cacique Guaymallén, ubicada en el distrito Buena Nueva, quedó bajo custodia policial el martes pasado tras una orden de la Justicia.
Con el objetivo de esclarecer lo sucedido, directivos y equipos de apoyo escolar de la DGE mantuvieron reuniones con los alumnos para brindarles asistencia emocional y reforzar conceptos relacionados a la seguridad dentro de la escuela y la convivencia con sus pares, según publicó el medio Diario UNO.
De momento, los investigadores no pudieron establecer la identidad de la persona que envió el video, debido a que el número de teléfono no correspondía a ninguno de los alumnos de la institución, de acuerdo a la base de datos de contactos verificados en la propia escuela.
En tanto, también se abre la posibilidad de que la amenaza sobrepase a Cacique Guaymallén, ya que la docente trabaja en otras escuelas en el turno tarde en Gran Mendoza.
El caso de Ingeniero Maschwitz
Las amenazas en escuelas tomaron mayor trascendencia en este último año con casos en distintas provincias del país. El de mayor gravedad ocurrió a comienzos de abril en Escobar, provincia de Buenos Aires, cuando alumnos de un colegio de Ingeniero Maschwitz crearon un grupo de WhatsApp con la aparente intención de concretar una masacre.
“Después de que matemos a los demás hacemos un recorrido por la escuela para ver si quedó alguien con vida”, se podía leer en algunos de los chats. Tras la denuncia de los padres, el caso fue judicializado y la figura penal con la que fue calificado fue la de “intimidación pública”.
Los integrantes del grupo creado para realizar el atentado tenían en ese momento entre 13 y 15 años y, por sus edades, son inimputables para la ley penal argentina. Cuatro adolescentes fueron identificados en el caso.