El 10 de junio, Máxima participaba de un acto oficial cuando le avisaron que la mayor de sus hijas había tenido un accidente mientras practicaba equitación. La princesa Amalia se había fracturado el brazo izquierdo y debía ser operada en el hospital universitario UMC Utrecht. Tan sólo unos días después, el miércoles 18, la heredera del trono reapareció con un cabestrillo azul, acompañando a su padre, el rey Guillermo Alejandro, en un acto militar. El monarca entregó el nuevo estandarte al Regimiento de Húsares princesa Catalina-Amalia en el Cuartel Príncipe Bernardo de Amersfoort ante la presencia de la princesa. Durante el evento se interpretó la marcha en su honor y el Rey dio un discurso.
Para ese día, Amalia llevó un vestido de Natan, que ya había usado durante su visita a España para la boda de la duquesa de Medinaceli, en octubre de 2023. Lo completó con stilettos altísimos y un tocado de rafia que pertenece a su madre.