En medio del endurecimiento de las políticas migratorias, tramitar una licencia de conducir en Texas que cumpla con la ley Real ID puede conllevar tiempos de espera en las oficinas del Departamento de Seguridad Pública (DPS, por sus siglas en inglés). En ese contexto, la salvadoreña Gabriela Geraldine Flores, estadounidense naturalizada, fue fuertemente cuestionada mientras realizaba su trámite. “Salí llorando”, señaló.
Es salvadoreña y ciudadana americana, pero vivió una mala experiencia al tramitar su licencia
Geraldine Flores tiene 22 años y, si bien nació en El Salvador, es ciudadana estadounidense. Apenas consiguió su naturalización, decidió sacar su licencia de conducir en una oficina del DPS al suroeste de Houston, pero la experiencia que tuvo no fue grata.
“Ya he ido dos veces y la segunda vez salí casi llorando del DPS y le dije a mi mamá que ya no quería regresar, que tenía miedo”, contó la joven a Telemundo.
La salvadoreña-estadounidense explicó que una vez que consiguió su ciudadanía, se cambió el apellido, declaró la actualización al gobierno federal y estatal y comenzó el proceso para tramitar la licencia. Sin embargo, durante su cita fue fuertemente interrogada por su estatus migratorio, a pesar de presentar los documentos actualizados y requeridos por el DPS. “Simplemente, usaron el apellido que me había quitado”, reveló.
Y recordó: “Les comenté que yo me había hecho ciudadana en el 2023 y aun así me pidieron la green card”.
Según afirmó la joven, el trámite le llevó casi dos meses. “Ha sido un proceso bastante tedioso, que me ha tomado muchas horas, la verdad he esperado varios días solo para recibir muchos obstáculos”, lamentó.
“Para mí es discriminación”, consideró la oriunda de El Salvador sobre su experiencia con el DPS.
Critican al DPS por interrogatorios en oficinas privadas y segundas inspecciones
Según determina el DPS, para obtener una licencia de conducir en Texas es necesario ser ciudadano estadounidense, residente permanente o tener un estatus migratorio legal. Además de acudir con la identificación que acredite esa condición, se debe presentar un número de Seguro Social y demostrar que se reside en el Estado de la Estrella Solitaria.
En medio de las demoras para conseguir las licencias, un ciudadano comentó a Telemundo que su licencia fue sometida a una segunda inspección migratoria. El hombre se enteró de la doble revisión a través de un correo electrónico donde le explicaron: “Su aplicación ha sido movida al programa de Segunda Verificación de Derechos (SAVE, por sus siglas en inglés)”.
Se trata de un programa administrado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en el inglés) en el que las agencias gubernamentales federales, estatales y locales pueden verificar el estado migratorio y la ciudadanía estadounidense naturalizada/adquirida de los solicitantes que buscan licencias de conducir.
Al ser consultado, el Departamento de Seguridad remarcó en un comunicado que todos los usuarios están sujetos a los requisitos federales del Real ID desde 2016. “Esto significa traer documentación extra para comprobar presencia, residencia y ciudadanía”, señaló.
También, un ciudadano estadounidense naturalizado reportó que en el DPS lo cuestionaron sobre su estatus migratorio en una oficina privada.
Al respecto, el DPS aclaró: “No es extraño que nuestros empleados que trabajan de cerca con los clientes que necesitan asistencia para proveer esos documentos, lleven a esos clientes por cortesía a una oficina privada, en vez de discutir los casos en las zonas públicas”.