Se dice que todos tienen un doble en algún rincón del mundo, pero ¿qué sucedería al encontrarse con él? Shahraban K. decidió emprender la búsqueda de su clon, y tras un largo tiempo, lo halló. La boca, los ojos, el cabello y las cejas: todo coincidía a la perfección. Aunque no compartían la misma genética, su aspecto era idéntico. Al verse frente a frente con su reflejo, sintió que el mundo era demasiado pequeño para ambas, y que solo una podría seguir en él.
Cuando se encontró el cadáver en el baúl del auto, aquel agosto de 2022, las autoridades y la familia pensaron que era ella. Tras reconocer el cuerpo, sus allegados confirmaron lo que temían. Sí, Shahraban K. estaba muerta. Tiempo después, esta premisa generaría sospechas y la investigación volvería a su punto de origen.
Shahraban y su deseo de fingir su propia muerte
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos, el 9 de agosto de 2022, Shahraban, de 24 años, y su novio Sheqir K., de 24 años, se comunicaron con Khadidja O., de 23 años, con un objetivo claro. Shahraban quería fingir su propia muerte y escapar de su familia, ya que tenía una relación conflictiva.
La pareja buscó a la joven influencer a través de redes sociales con la excusa de convocarla para participar en un video musical de un rapero alemán. Sin embargo, Khadidja O. sospechó que se trataba de una estafa y le consultó al cantante si era real, a lo que él no tardó en advertir que era una mentira.
Según detalló The Independent, esto no detuvo a la pareja. Como el plan inicial no resultó, optaron por elaborar un plan B. En esta oportunidad, volvieron a contactarse para hacerse pasar por un centro estético. La víctima accedió al tratamiento de belleza que le ofrecían como canje sin saber que se trataba de una propuesta que acabaría con su vida.
Cuando la influencer iba camino al centro estético, la subieron a un auto, la golpearon en la nuca y la asesinaron de 56 puñaladas.
La ciencia como principal evidencia
Inicialmente el plan resultó. Cuando la Policía halló el cuerpo de la influencer en el auto estacionado en Ingolstadt, al sur de Alemania, pensaron que la asesinada era Shahraban K. Familiares que reconocieron el cuerpo aseguraron que era ella la víctima. Todo coincidía salvo por un detalle revelado en la autopsia: el ADN era de otra persona.
Tras conocerse el caso, la prensa alemana comenzó a llamarlo el “Crimen de las Doppelgangers”. El concepto hace referencia a los dobles, es decir, personas que se parecen sin compartir lazos biológicos.
La pareja acusada del episodio fue detenida en agosto de 2022. Luego de dos años, en diciembre de 2024, se conoció la condena: ambos tendrán que pasar el resto de su vida en la cárcel.
Según precisó el juzgado a cargo de la causa, la pena recién podrá ser revisada luego de cumplir 20 años en prisión. En ese entonces, los abogados buscarán reducir el tiempo que pasarán tras las rejas.
Este caso dejó una huella profunda en la sociedad alemana, no solo por la brutalidad del crimen, sino también por el enigma psicológico que representa. La obsesión con encontrar una “copia perfecta” parece haber sido el motor detrás de una tragedia que terminó con una vida inocente.