La declaración anual de impuestos representa uno de los procesos fiscales más relevantes para los contribuyentes en México. Cada año, millones de personas físicas y morales presentan ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) el resumen de sus ingresos, deducciones y pagos provisionales realizados a lo largo del ejercicio fiscal.
Uno de los aspectos que más interés genera es la posibilidad de obtener un saldo a favor, es decir, una devolución de impuestos por haber pagado montos superiores a los realmente adeudados.
La devolución del saldo a favor en los impuestos es un derecho previsto en la legislación mexicana que cuenta con plazos específicos y procedimientos que deben ser observados tanto por los contribuyentes como por la autoridad fiscal.
El artículo 22 del Código Fiscal de la Federación (CFF) establece que el SAT tiene un plazo máximo de 40 días hábiles para devolver el saldo a favor, contados a partir del momento en que el contribuyente presenta la solicitud de devolución o la declaración anual donde declare dicho saldo.
Esta disposición protege al contribuyente, pero también exige que la documentación esté completa y la solicitud correctamente presentada. En caso de que la autoridad requiera información adicional, el cómputo del plazo se suspende hasta que el contribuyente aporte lo solicitado, reanudándose el periodo una vez que la autoridad recibe la respuesta.
En el supuesto de que el SAT no cumpla con la devolución del saldo a favor en el plazo señalado por la ley, entra en vigor lo dispuesto por el artículo 22-A del CFF. Este artículo establece la obligación de la institución tributaria de pagar intereses al contribuyente sobre la cantidad no devuelta.
Los intereses se calculan con la tasa de recargos por mora establecida por el Congreso de la Unión, el cual se mantiene en 1.47% de manera mensual, incrementadas en un 50%, para cada mes transcurrido.
El proceso de devolución de impuestos, aunque regulado con claridad y plazos definidos, puede verse afectado por diversos factores. Entre ellos destacan la verificación adicional por parte del SAT, la necesidad de revisiones más exhaustivas en algunos casos, y la presentación incompleta de la información por parte del contribuyente.
Por lo tanto, el periodo que tarda la devolución de impuestos por parte del SAT es de hasta 40 días hábiles desde que se recibió la solicitud, según el artículo 22 del CFF. Si la autoridad no cumple con el plazo, se activan los intereses establecidos en la norma 22-A del mismo código.