Los árboles no solo embellecen paisajes o brindan sombra: sostienen la vida en el planeta. Regulan el clima, almacenan carbono, purifican el aire y forman el corazón de muchos ecosistemas. Sin embargo, un estudio reciente advierte que su existencia enfrenta riesgos crecientes debido al avance del cambio climático.
Investigadores de la Universidad de Wageningen y del Instituto Botánico de Barcelona (CSIC-CMCNB) analizaron cómo evolucionarían las condiciones climáticas para más de 32.000 especies de árboles hacia el final del siglo XXI. El estudio, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS), utilizó modelos de proyección para estimar en qué regiones del mundo los árboles podrían enfrentarse a un entorno totalmente nuevo, con temperaturas y lluvias fuera de los rangos que han conocido hasta ahora.
Un impacto directo sobre siete de cada diez especies
Los resultados son preocupantes. Según las simulaciones, cerca del 70% de las especies arbóreas sufrirán cambios significativos en parte de su área de distribución. El impacto será más fuerte si el calentamiento global continúa sin freno.
«Hemos descubierto que casi el 70 % de las especies arbóreas experimentarán cambios climáticos significativos en al menos una parte de su área de distribución para finales de este siglo“, explicó la doctora Coline Boonman, autora principal del estudio e investigadora en Wageningen. “Para algunas especies, más de la mitad de su hábitat podría verse afectado en un escenario de calentamiento extremo de 4 °C“, agregó.
En muchos casos, los árboles tienen una vida larga y un ritmo de adaptación lento. El estudio no consideró amenazas adicionales como la deforestación, las plagas o las especies invasoras, por lo que los riesgos reales podrían ser incluso mayores.
Regiones críticas bajo amenaza
El equipo identificó varias zonas del planeta donde la diversidad arbórea se encuentra en mayor riesgo. Estos “puntos calientes de exposición” son regiones con una alta cantidad de especies que estarán sujetas a condiciones climáticas drásticamente diferentes.
Entre las áreas más afectadas se encuentran Eurasia, el noroeste de América del Norte, el norte de Chile y el delta del Amazonas. Allí, las proyecciones indican que muchas especies podrían desaparecer si no se toman medidas.
“Esta investigación proporciona un mapa global de dónde los árboles son más vulnerables al cambio climático”, explicó Boonman. “Es una herramienta crucial para la planificación de la conservación y la resiliencia de los ecosistemas”, repasó.
Uno de los aportes centrales del estudio es la cartografía de la exposición climática, que visualiza, celda por celda, qué proporción de la biodiversidad arbórea de cada región quedaría comprometida bajo escenarios de emisiones altas, como el SSP3-RCP7.0, uno de los caminos de desarrollo más desfavorables previstos por el IPCC.
La importancia de los refugios climáticos
Frente a este panorama, los investigadores también identificaron áreas donde las condiciones climáticas se mantendrán más estables. Se trata de los llamados refugios climáticos: zonas en las que el clima no cambiará drásticamente y que podrían ofrecer un entorno seguro para muchas especies de árboles.
Estos lugares podrían convertirse en clave para las estrategias de conservación y adaptación, siempre que se protejan adecuadamente de la expansión urbana, la agricultura intensiva u otras formas de presión humana.
El estudio propone considerar medidas como el seguimiento específico de especies en alto riesgo, la protección activa de los refugios identificados y, en algunos casos, la migración asistida, es decir, la reubicación de ciertas especies hacia entornos más favorables.
“Este estudio global exhaustivo muestra dónde debemos centrar nuestra atención para la conservación y dónde debemos centrar la mitigación y la adaptación, considerando oportunidades a pequeña escala para mantener la diversidad de nuestros ecosistemas arbolados”, señaló el doctor Josep Serra-Diaz, coautor del estudio y científico del Instituto Botánico de Barcelona.