El Ejército de Israel ha destacado este viernes que su ofensiva contra Irán se saldó con «grandes logros estratégicos» y ha asegurado que tres instalaciones nucleares sufrieron «daños graves» por sus bombardeos, incluida la «destrucción» de «miles de centrifugadoras» usadas en el programa nuclear de Teherán.
El portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichai Adrai, ha indicado en un mensaje en su cuenta en la red social X que «las tres principales instalaciones nucleares del régimen iraní fueron atacadas y sufrieron graves daños» y ha agregado que también fueron «destruidos» varios «centros de investigación y desarrollo vinculados al programa nuclear».
Así, ha recalcado que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) «destruyeron infraestructura única del programa nuclear» y «eliminaron a once destacados científicos nucleares vinculados al programa de armas nucleares», algo que Teherán insiste en que no existe, dado que su programa tiene «exclusivamente» fines «pacíficos» y «civiles».
Adrai ha resaltado además que las fuerzas israelíes lograron además «una superioridad aérea completa en el corazón de Irán» y «lograron todos los objetivos establecidos en la operación, e incluso más», incluidos bombardeos contra «más de 35 lugares de producción de misiles».
«Fueron destruidas 200 plataformas de misiles», ha dicho, al tiempo que ha especificado que eso supone «aproximadamente el 50 por ciento del arsenal de plataformas de misiles». «Más de 80 plataformas de misiles tierra-aire fueron atacadas. 15 aviones enemigos fueron destruidos. Fueron atacados seis aeropuertos enemigos», ha enumerado.
Por otra parte, ha apuntado que «cientos de militares iraníes fueron eliminados», entre ellos «más de 30 de los líderes más destacados del aparato militar y de seguridad del régimen iraní». «Fueron atacados decenas de cuarteles generales del mando militar», ha puntualizado el portavoz en árabe del Ejército israelí.
Adrai ha afirmado además que los sistemas de defensa israelíes interceptaron además «cientos» de misiles tierra-tierra disparados por las fuerzas iraníes, «con una tasa de éxito superior al 86 por ciento». «Cientos de drones fueron interceptados, con un índice de éxito del 99 por ciento», ha zanjado.
El Ejército de Israel ha publicado además un comunicado en el que ha argumentado que la operación ‘León Naciente’ fue lanzada «con el objetivo de dañar los programas nuclear y balístico de Irán al identificar progresos en estos programas, cuyo objetivo final era destruir el Estado de Israel».
«El régimen iraní ha avanzado hasta un punto muy cercano a la producción de armas nucleares, si se tomara una decisión en este sentido. El proyecto de misiles balísticos y el arsenal de misiles de precisión creció de 2.500 a 8.000 en dos años», ha explicado, antes de afirmar que el plan de Teherán incorporaba «una invasión terrestre en masa por parte de milicias a través de todas las fronteras de Israel».
«Las FDI llegaron a la conclusión de que era el momento adecuado para lanzar la operación, para la que se habían preparado a un punto óptimo, debido a la cercanía de un punto de no retorno», ha argüido, antes de ahondar en que la ofensiva arrancó con «un ataque por sorpresa» el 13 de junio en el que «fueron eliminados nueve científicos nucleares y 30 altos cargos de la cadena de seguridad del régimen iraní, incluidos tres de sus principales comandantes».
Asimismo, ha destacado que la operación ha demostrado la «evidente» capacidad operativa de las FDI y ha reiterado que las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz e Isfahán –bombardeadas también por Estados Unidos el 22 de junio– quedaron «destruidas».
SIN DATOS SOBRE DAÑOS EN LUGARES SENSIBLES EN ISRAEL
Por contra, el Ejército de Israel no se ha pronunciado sobre daños en el interior del país a causa de los ataques iraníes, que dejaron cerca de 30 muertos, en medio de las restricciones impuestas a la prensa a la hora de informar sobre impactos de misiles en instalaciones militares y estratégicas de Israel.
Los ataques con misiles y drones por parte de Irán han llevado a las autoridades a endurecer la censura en torno a estas informaciones a raíz de la Orden de Censura Militar, en medio de las declaraciones desde Teherán sobre graves daños en diversos puntos estratégicos de Israel a causa de su respuesta a la ofensiva del 13 de junio.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, explicó el miércoles que «el Gobierno considera la libertad de prensa, incluidas las emisiones, como un derecho fundamental y un pilar de la democracia israelí, junto a las consideraciones de seguridad», ante las críticas por la poca transparencia en torno a estos asuntos.
Sin embargo, incidió en que la censura militar «sigue en pie» y agregó que «no es necesaria una aprobación previa por escrito para emitir desde zonas civiles», algo que sí es necesario para «publicaciones y emisiones desde lugares donde han impactado misiles y drones», un permiso que debe ser entregado por el censor, lo que dificulta evaluar la extensión de los daños.
El conflicto estalló el 13 de junio, cuando Israel lanzó una ofensiva militar contra el país centroasiático, a la que se sumó el domingo Estados Unidos, que respondió a las acciones estadounidenses lanzando un ataque con misiles contra una base estadounidense en Qatar, para la que dio aviso previo a Washington y que se saldó sin víctimas. Finalmente, las partes alcanzaron un alto el fuego a primera hora del martes.