Durante un viaje que hizo con su novia a la Ciudad de México, Daniel Goetz quedó impactado con un producto que en Estados Unidos no existía: unos helados artesanales de frutas naturales y con menos azúcar, que en el país latino se conocen como “paletas”. Al volver a la Universidad de Texas, donde estudiaba publicidad, no pudo sacarse la idea de la cabeza y decidió replicar el concepto. Así nació GoodPop, en 2009, una empresa que hoy factura millones al año y que logró colocar sus productos saludables en cadenas como Walmart, Costco y Whole Foods.
Fruta fresca, una heladera y un carrito: los primeros pasos de GoodPop
Cuando Goetz decidió adentrarse en el mundo del emprendedurismo todavía cursaba la carrera de publicidad en la Universidad de Texas, en Austin. En 2009, regresó de un viaje con su novia por México, y comenzó a pensar nombres para su marca de paletas mexicanas. Le gustó cómo sonaba “GoodPop”, que resumía el concepto del producto saludable que quería recrear en EE.UU., y se lanzó a la aventura de montar su propio negocio. No tenía experiencia ni conocimiento del mundo gastronómico o empresaria, pero igual apostó por su visión. “No sabía nada”, según contó en una entrevista a CNBC Make it.
Sus primeros pasos fueron tambaleantes. Invirtió los US$3500 que había ahorrado de cuando era estudiante de secundario y se dedicaba a cortar el césped de vecinos y conocidos y compró los materiales que precisaba para preparar las paletas: frutas, una heladera y un carrito.
Así, comenzó a vender sus paletas en ferias y festivales locales, cada una a US$2, que reinvertía para comprar nuevos insumos y continuar la producción completamente artesanal.
En octubre, decidió apostar fuerte a su proyecto. En ese mes se realizaba el festival de música Austin City Limits y preparó 18.000 paletas, con la esperanza de dar un salto. Pero no fue así, ya que el tiempo le jugó una mala pasada: llovió a cántaros, todo se convirtió en un barrial y solo vendió cuatro helados. “Fue un desastre”, resumió.
Para no perder la mercadería sobrante, en la que había invertido todo su capital, pagó US$50 por mes en un frigorífico para mantenerlas. Pero finalmente, terminó regalándolas en otro evento, también en Austin.
De la frustración, al pedido milagroso que lo devolvió al juego
Luego del estrepitoso fracaso del festival Austin City Limits, Goetz se quedó sin insumos y sin dinero. Sin embargo, no dejó que la frustración le ganara. No tenía mercadería ni producción, pero podía hacer algo sin invertir nada: optimizar el sitio web de GoodPop, con sus conocimientos de marketing y SEO. Esa decisión le permitió aparecer primero en las búsquedas de paletas heladas orgánicas y poco después le llegó una propuesta salvadora: una agencia de marketing le encargó 50.000 paletas con envoltorios personalizados.
Por el trabajo le pagaron US$80.000. La mitad lo recibió por adelantado para poder hacer la producción. “Estampé cada palito a mano”, recordó. La otra mitad se la abonaron cuando entregó el pedido. Esa ganancia salvó su empresa.
De dormir en sillones de amigos a vender sus productos en Walmart y aliarse con Disney
De vuelta al ruedo, cada dólar que ganaba lo reinvertía. Preparaba las paletas en la madrugada y hacía las entregas en persona. Los primeros años, recorrió miles de kilómetros para llevar la mercadería a sus clientes repartidos por todo el estado. Dormía en los sillones de las casas de sus amigos para ahorrarse el alquiler. “Estaba agotado”, recordó.
Tanto esfuerzo se vio recompensado. En 2014, a través de un contacto, consiguió que Whole Foods se hiciera cargo de la distribución sus paletas en el suroeste de EE.UU. Ese año, GoodPop facturó US$1,3 millones. Y desde entonces no paró de crecer. En 2017, logró distribución nacional y, al año siguiente, sus paletas saludables ingresaron a Walmart y Costco.
Tras ganarse un lugar en el mercado, con paletas sin azúcar agregada y saludables, GoodPop firmó un acuerdo con Disney para lanzar productos con personajes como Mickey Mouse y figuras de Star Wars.