Dirección artística: Marcos Rauch y Gerónimo Rauch. Asistente de dirección: Victoria Rauch. Director musical: Tomás Mayer Wolf. Elenco: Gerónimo Rauch, Marcos Rauch, Pilar Muerza, Belén Cabrera, Lucía Tanco, Manuel Di Francesco y otros. Coreografía: Georgina Tirotta. Vestuario: Javier Ponzio. Iluminación: Leandro Flores. Escenografía: Hernán Todisco. Sala: Origami (Av. Intendente Güiraldes 7350, Costanera Norte). Funciones: sábado 28 de junio, a las 19.45 (experiencia VIP, con cena) ó 21.15 (el show); y jueves 3, viernes 4, sábado 5, viernes 11 y sábado 12 de julio, siempre en el mismo horario. Duración: 120 minutos. Nuestra opinión: muy bueno.
Mientras espera alguna vez protagonizar Los Miserables o El fantasma de la opera en la Argentina –los dos musicales que lo convirtieron en figura indiscutida de los musicales en España y Londres-, Gerónimo Rauch se propuso un desafío: probarse en un género híbrido, mitad concierto y mitad espectáculo teatral integral. El resultado es Cinema All-In que acaba de estrenar en un ámbito atípico: el salón de eventos Origami, ubicado en Costanera Norte. El proyecto, además, significa su primer trabajo conjunto con su hermano Marcos Rauch (también referente del género, pero a nivel local y, fundamentalmente, dentro del circuito independiente). Ambos son autores de la idea del show (término que mejor le cabe a la propuesta), forman parte de su elenco y son responsables de la dirección artística del mismo. A ellos, entonces, debe acreditárseles en principio los resultados altamente positivos de la experiencia (que, se intuye, tiene futuro de exportación).
Como su nombre lo adelanta, Cinema All-In está dedicado exclusivamente al mundo del cine y se nutre de aquellos temas musicales que, como Gerónimo Rauch señala en diálogo con el público, “forman parte de las bandas sonoras de nuestras vidas”. Es por eso que a lo largo de 14 cuadros, repartidos en dos actos, se pasa revista a las canciones principales de numerosos filmes de distintas épocas. En ese sentido, el show es –además de vertiginoso- muy abarcativo: recorre un arco que va del “Smile” de Tiempos modernos de Charles Chaplin hasta el tema homónimo de Footloose (aunque el acento está puesto en los leit motivs de las realizaciones cinematográficas de las últimas décadas).
Durante las dos horas que dura la función son muchos los momentos dignos de destacar, en principio los netamente vocales: en el comienzo, el título que da nombre a The Greatest Showman, a cargo de un potentísimo Gerónimo Rauch; luego, el segmento dedicado a “las baladas de divas”, con la descomunal Belén Cabrera interpretando “I Have Nothing” (de El guardaespaldas), la solidísima Pilar Muerza, “My Heart Will Go On” (de Titanic) y la impactante Lucía Tanco (junto a Cabera),“Listen” (de Dreamgirls). Otro cuadro a resaltar es el dedicado a las películas del agente 007 James Bond, en el que los cuatro cantantes se alternan recreando las canciones de Vivir y dejar morir, Goldeneye, Goldfinger, Skyfall y Spectre. Un segmento que, asimismo, permite el lucimiento de la orquesta dirigida por Tomás Mayer Wolf (y la individualización de sus nueve músicos).
Aunque en Cinema All-In hay varios tramos exclusivamente cantados (destinados a solistas, dúos y tríos), la mayoría de los segmentos incluyen elaboradas y vistosas coreografías de Georgina Tirotta (ejecutadas por un notable y jovencísimo cuerpo de baile) que ganan protagonismo a medida que avanza el show. Precisamente, el instante cúlmine de la noche se produce cuando se conjuga canto y baile alrededor de la versión tanguera del “Roxanne” de Sting, que hizo famosa el film Moulin Rouge, con Gerónimo Rauch “rompiendo” la voz y la notable bailarina Morena Sánchez (en compañía de tres excelentes partenaires) poniéndole el cuerpo a una intrincada danza que deja sin aliento. Ese cuadro, solo, ya justifica el precio de la entrada.
Pero Cinema All-In ofrece mucho más. También una historia, la de un fan del cine de los comienzos de la industria, un personaje tímido y sensible que a lo largo de las escenas va tomando fuerza; hasta que se anima a seducir a la mujer de su vida al son de la canción de amor de Cinema Paradiso, interpretada por Gerónimo Rauch, que aquí despliega el costado lírico de su registro y logra convocar a la emoción. Antes y después se produce una frenética seguidilla de canciones a cual más reconocible, que levantan la temperatura del lugar e invitan a la platea a cantar y a hacer palmas: por ejemplo, los temas principales de Top Gun, Flashdance, Reto al destino, Fama y Rocky (otro gran momento de la velada, con Gerónimo Rauch cantando a viva voz “Eye of the Tiger”, de la tercera y cuarta parte de la saga, mientras, desde una pantalla gigante, se suceden escenas de Sylvester Stallone peleando a brazo partido). En otros tramos, ya sea sobre el escenario o en una tarima en medio de la sala, desde un balcón o por los pasillos (porque Cinema All-In es ante todo un espectáculo inmersivo), también se pueden escuchar las canciones principales de famosos films musicales, como El mago de Oz, West Side Story, Nace una estrella, Sweet Charity, Chicago y Wicked.
Mención aparte para el vestuario de Javier Ponzio, deslumbrante, de lo mejor que se ha visto en un escenario local en los últimos tiempos. Y para el diseño de pantallas y las proyecciones de Pablo Levin, otros dos grandes protagonistas de la noche.
Para quienes puedan acceder al formato VIP de la experiencia, que comienza una hora y media antes del show e incluye una cena gourmet de cinco pasos, la velada depara un plus de lujo: Gerónimo Rauch cantando entre las mesas dos de los temas esenciales de Los Miserables y El fantasma de la ópera: “Bring Him Home” y “The Music of the Night”. Sin dudas otro gran motivo para no perderse Cinema All-In.