Durante años persistió la creencia de que los alimentos congelados son menos valiosos nutricionalmente que los frescos. Sin embargo, especialistas en salud y nutrición afirman que la congelación preserva vitaminas y minerales, y representa una alternativa práctica para mantener una dieta equilibrada y reducir el desperdicio alimentario.
Una especialista en salud intestinal mencionada por Portafolio dice: “Las verduras congeladas suelen ser igual o incluso más nutritivas que los productos frescos que pasaron mucho tiempo en transporte y almacenamiento antes de llegar a la cocina”.
Vegetales congelados: frescura retenida desde el origen
Expertos subrayan que muchos vegetales se congelan pocas horas después de ser cosechados, mediante un proceso de congelación rápida que evita la pérdida de nutrientes. Este procedimiento les permite conservar, e incluso superar, el perfil nutricional de aquellos productos que pasaron días o semanas en la cadena de distribución.
Espinacas: mejor absorción de minerales al cocinarlas
Las espinacas congeladas son un ejemplo destacado. Aunque las frescas son ricas en fibra, vitaminas A, C y K, hierro y potasio, tienen una vida útil limitada. La congelación prolonga su conservación y permite su uso más flexible en la cocina.
Además, al cocinarlas se reduce el contenido de ácido oxálico, un compuesto que dificulta la absorción de minerales. Por ello, congeladas y cocidas pueden ofrecer una mejor asimilación de nutrientes.
Arvejas: conservar su aporte desde el primer momento
Las arvejas comienzan a perder nutrientes inmediatamente después de la cosecha. Si no se consumen frescas en poco tiempo, la mejor opción es su versión congelada. Estas legumbres son ricas en proteínas, vitaminas A, C y K, fibra y ácido fólico, nutrientes que se preservan eficazmente gracias a la congelación temprana.
Moras: antioxidantes disponibles durante todo el año
Las moras y otras frutas del bosque destacan por su contenido en antioxidantes, fibra, vitaminas y minerales. Cuando se congelan justo después de la cosecha, conservan sus propiedades. Esto permite disfrutar de sus beneficios nutricionales en cualquier época, incluso fuera de temporada.
Maíz: mejora la biodisponibilidad de sus compuestos
El maíz tiene una ventana de cosecha corta y aporta folato, tiamina, vitamina C, magnesio y potasio. Al congelarlo y cocerlo al vapor, se mantiene su valor nutricional y se potencia la biodisponibilidad de antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, importantes para la salud ocular y cutánea.
Alimentos que se dañan con mayor rapidez
- Frutillas: se ablandan y desarrollan moho en pocos días, incluso en refrigeración.
- Lechuga: sus hojas se marchitan y oscurecen rápidamente si no se mantienen secas y frías.
- Palta: una vez madura, se oxida y se pone negra en pocas horas tras ser cortada.
- Banana: madura velozmente y luego su piel se ennegrece; también puede fermentar.
- Tomate: fuera del freezer madura y se deteriora con rapidez.
Por Camila Paola Sánchez Fajardo