Se estima que, en promedio, el cuerpo humano puede sobrevivir durante semanas sin alimentos, pero la mayoría de las personas solo permanece viva entre 2 y 4 días sin agua.
No existen estudios científicos específicos sobre este tema, ya que sería antiético someter a personas a esas condiciones. La mayoría de los datos provienen de casos reales de supervivencia en situaciones de emergencia.
El caso documentado más largo sin comer ni beber es el de un prisionero austríaco que pasó 18 días olvidado en su celda del sótano. Andreas Mihavecz, que entonces tenía 18 años, fue arrestado el 1 de abril de 1979. Fue encontrado recién el 18 de abril de 1979, con los signos vitales muy comprometidos. Sin embargo, logró recuperarse y sobrevivir.
Sin comida
El tiempo que una persona puede sobrevivir sin alimentos depende de diversos factores, como el sexo, la composición corporal, lo último que se comió o bebió, y el entorno en el que se encuentra.
Por ejemplo, las personas con mayores reservas de grasa pueden sobrevivir más tiempo, ya que el cuerpo puede usar esa grasa almacenada como fuente de energía en situaciones de hambre extrema.
Las investigaciones sobre huelgas de hambre y ayuno voluntario han analizado casos en los que las personas contaban con agua, pero no con comida. En tres de ellos, las personas soportaron 28, 36 y 38 días sin comer, antes de enfermarse gravemente y tener que abandonar la huelga. En otros casos, quienes realizaron huelgas de hambre murieron entre los 45 y 61 días sin ingerir alimentos.
Por lo general, las personas sanas y delgadas comienzan a sufrir efectos graves cuando pierden un 18% de su peso corporal o alcanzan un IMC inferior a 16,5, lo cual se considera un nivel de desnutrición severa.
En general, las mujeres pueden soportar más tiempo sin comer que los hombres y sobrevivir con un IMC más bajo. Esto podría deberse a que las mujeres, de forma natural, tienen un mayor porcentaje de grasa corporal, pero también a que sus cuerpos tienden a utilizar la grasa antes que el músculo magro como fuente de energía durante la inanición.
Sin agua
En cuanto al agua, la capacidad de sobrevivencia es mucho menor. Se estima que una persona puede vivir entre 2 y 4 días sin hidratarse. En 1944, dos científicos se abstuvieron de beber agua mientras seguían una dieta seca que contenía todos los nutrientes necesarios. Uno resistió durante 3 días y el otro durante 4, antes de que tuvieran que interrumpir el experimento.
Aunque el cuerpo puede descomponer la grasa y usarla como fuente de energía en lugar de alimentos mediante el proceso de cetosis, no existe un mecanismo interno que compense la falta de hidratación. Pocas horas después de dejar de beber agua, pueden aparecer síntomas de deshidratación como sed intensa, mareos, piel seca, confusión mental, aumento del ritmo cardíaco e incluso fallo hepático.