La propuesta fiscal impulsada por el gobierno del presidente Donald Trump superó un obstáculo procesal clave en el Senado de Estados Unidos, tras una votación ajustada de 51 votos a favor y 49 en contra. Con este paso, la Cámara Alta habilitó la discusión de un voluminoso paquete de exenciones tributarias, recortes de gastos y asignación de fondos para políticas de deportación masiva, en medio de intensas negociaciones entre republicanos divididos y una oposición demócrata monolítica.
El resultado, alcanzado tras horas de tensión y negociaciones a puertas cerradas, exhibió la fragilidad de la mayoría republicana, que solo pudo imponerse con dos votos menos de su bancada y la presencia del vicepresidente James David Vance en caso de desempate. La votación se produjo luego de que la Casa Blanca ratificara su respaldo total a la iniciativa, que incluye la extensión de recortes impositivos por unos 3800 billones de dólares, la reducción de programas como Medicaid y cupones de alimentos y un refuerzo de 350.000 millones de dólares para seguridad nacional y deportaciones.
En paralelo a la sesión, Trump se mostró en su campo de golf de Virginia junto a senadores aliados y aprovechó para reforzar la presión sobre quienes dentro de su propio partido expresaron reparos. Según la agencia Associated Press, el líder de la mayoría en el Senado, John Thune, resumió el clima de urgencia: “Es hora de llevar esta iniciativa a la meta”. Sin embargo, la imagen de unidad republicana quedó desdibujada por la postura de dos senadores de su bancada, Thom Tillis y Rand Paul, quienes votaron en contra.
Mientras tanto, voces críticas fuera del Congreso también marcaron su descontento. El empresario Elon Musk calificó el proyecto como “una completa locura” y advirtió que podría destruir millones de empleos en Estados Unidos.
El proyecto apunta a hacer permanentes recortes fiscales de la primera administración Trump que expirarían a fin de año, lo que evitaría un eventual aumento de impuestos para la mayoría de los contribuyentes. Además, propone nuevas exenciones como la eliminación de impuestos sobre las propinas, una medida presentada como alivio directo para trabajadores del sector servicios.
La oposición demócrata, liderada por Chuck Schumer, criticó duramente la publicación del texto definitivo de 940 páginas, revelado casi a la medianoche del viernes. Desde su perspectiva, la maniobra busca acelerar la aprobación antes de que la ciudadanía conozca a fondo lo que implica la norma. Schumer anticipó que exigirá una lectura completa del documento, lo que podría extender los debates durante horas.
El llamado “Regla Byrd”, que impide incluir cambios sustanciales de política pública en leyes presupuestarias sin respaldo calificado de 60 votos, ya obligó a los republicanos a retirar o modificar disposiciones como el traspaso de gastos de cupones de alimentos a los estados y la eliminación de la estructura de financiamiento de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor. Aun así, persisten escollos, como la presión para proteger hospitales rurales, especialmente tras el rechazo inicial de recortes a impuestos de proveedores de Medicaid. Para apaciguar resistencias, la versión revisada contempla un fondo de 25.000 millones de dólares destinado a mitigar el impacto en hospitales y proveedores rurales.
Otro punto de controversia gira en torno a la deducción por impuestos estatales y locales (SALT, por sus siglas en inglés), una demanda clave de legisladores de Nueva York y otros estados con alta carga fiscal. El texto final eleva el límite de deducción de 10.000 a 40.000 dólares por año, pero solo por cinco años, una concesión que varios senadores consideran excesiva y que podría motivar nuevas deserciones internas.
En la Cámara de Representantes, el panorama tampoco se presenta despejado. Pese a la mayoría republicana, la disciplina de voto se enfrenta a cuestionamientos de algunos representantes que amenazan con bloquear la versión final si persisten las cláusulas más polémicas. Según trascendió, el presidente de la Cámara Baja, Mike Johnson, pidió a sus pares mantenerse disponibles para regresar a Washington de forma inmediata si se destraba la votación final.
Con información de AP y AFP.