El gobierno nacional aceptó la renuncia de Gabriel Gonzalo Oriolo, que deja de estar al frente de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), tal como había anticipado LA NACION. A la vez, fue designado en su reemplazo Claudio Adrián Stivelman, actual gerente general del organismo. La información surge del Decreto 440/2025, publicado este lunes en el Boletín Oficial, donde se detallaron los cambios en la conducción de la entidad que supervisa y fiscaliza a las obras sociales y prepagas de todo el país.
Oriolo presentó su dimisión por “motivos personales” y dejará formalmente sus funciones a partir del 30 de junio. La normativa oficial también acepta la renuncia de Stivelman a su cargo anterior para permitir su designación como nuevo titular de la SSS, en tanto que Juan José Picón pasará a desempeñarse como gerente general, cargo que ocupa hasta hoy Stivelman. Según el expediente oficial, las designaciones buscan asegurar la continuidad administrativa y garantizar el normal funcionamiento de la estructura, sin asignar recursos extraordinarios.
Durante su gestión, Oriolo supervisó procesos de intervención sobre al menos ocho obras sociales sindicales y promovió la clausura de otras cinco, con el objetivo de depurar el padrón de prestadoras con escasa cantidad de afiliados. Su mandato coincidió con una etapa de fuerte tensión entre el Gobierno y el sector de la medicina privada, atravesado por la crisis de financiamiento, la actualización de aranceles y la presión de las prepagas para trasladar costos a sus asociados.
La Superintendencia de Servicios de Salud, creada por el Decreto 1615/1996 como organismo con autarquía administrativa, económica y financiera, ejerce la supervisión, fiscalización y control del Sistema Nacional del Seguro de Salud. Su rol estratégico se potencia en contextos de reestructuración del esquema de prestaciones médicas, como el que atraviesa el sector desde hace varios años. La salida de Oriolo coincide con la continuidad de la crisis que afecta a unas 290 obras sociales registradas, la mayoría con problemas financieros estructurales.
El funcionario saliente había confirmado su salida a través de un mensaje publicado en su cuenta de X en el que agradeció a Javier Milei y al ministro Lugones por su paso por la administración pública. “Me voy con la tranquilidad de haber cumplido el objetivo central que nos propusimos desde el primer día: recuperar el rol fiscalizador de la Superintendencia, un rol que en los últimos años no se cumplió. La salud en la Argentina arrastra una crisis estructural de décadas y eso exige reordenar el sistema con transformaciones profundas como las que está llevando adelante el gobierno nacional”, había señalado.
La normativa, firmada por el presidente Javier Milei y publicada en el Boletín Oficial, detalla que las coberturas de los cargos se resolvieron como excepción a la Ley de Presupuesto N° 27.701, que limita la posibilidad de cubrir vacantes sin autorización especial. Según se fundamenta en los considerandos, la medida apunta a garantizar el normal desenvolvimiento de los servicios bajo supervisión de la Superintendencia, que funciona como organismo descentralizado en la órbita del Ministerio de Salud.