El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, mantendrá el próximo lunes, 7 de julio, un encuentro con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha reanudado hace días sus llamamientos a un acuerdo de paz en la Franja de Gaza que pase por la puesta en libertad y el retorno de todos los rehenes vivos o muertos que todavía están en manos de las milicias palestinas.
Fuentes del Gobierno israelí han confirmado al portal estadounidense Axios la fecha de la reunión entre los dos dirigentes, en la que se prevé que aborden las negociaciones con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), si bien el citado medio también apunta al estado de las relaciones de Israel con Siria e Irán, entre otros asuntos de la región.
También el diario ‘Times of Israel’ se ha hecho eco de esta información citando fuentes de la Casa Blanca, si bien hasta el momento ninguna de las partes se ha expresado al respecto.
Horas antes ha trascendido que Netanyahu ha convocado al Gabinete de Seguridad este jueves, 3 de julio, en lo que se prevé como una posible antesala a su reunión con Trump en Washington la semana próxima.
El inquilino de la Casa Blanca reanudó el domingo sus llamamientos a un acuerdo de paz para la Franja de Gaza. «Sellad el acuerdo de Gaza y recuperad a todos los rehenes», declaró en su cuenta de su plataforma red Truth Social en un mensaje sin un destinatario claro, si bien horas antes el mandatario utilizó aproximadamente los mismos términos para instar a la Fiscalía israelí a retirar todos los cargos de corrupción contra Netanyahu con vistas a facilitar su labor de negociación en un posible acuerdo con Hamás.
Días antes, Trump dejó entrever que las negociaciones están muy avanzadas y que «en la próxima semana» (por esta) podría anunciarse un nuevo alto el fuego para la Franja de Gaza entre Israel y Hamás, después de que en marzo la parte israelí rompiera de manera unilateral el anterior acuerdo.
«Acabo de hablar con algunas de las personas implicadas», respondió el mandatario estadounidense a las preguntas de los periodistas en el Despacho Oval, desde donde reconoció que la situación en Gaza es «terrible» y justificó la necesidad de implicarse «por razones humanitarias».