La oposición kirchnerista y parte de la dialoguista lograron esta tarde que se active y avance en el Senado, pese a los deseos contrarios del oficialismo y semanas de dilación, la discusión de la ley que mejora las jubilaciones, una iniciativa ya aprobada por Diputados y con potencial veto anunciado -como el año pasado- del Ejecutivo. Todo esto se dio en una reunión que derivó en papelón, tras la ratificación como titular de la comisión de Trabajo a la macrista cordobesa y aliada libertaria Carmen Álvarez Rivero.
El derrotero dejó expuesta la paupérrima orden -sin estrategia alguna- de la Casa Rosada, que apostó a olvidar lo más que se pueda no sólo la ley en cuestión, sino también la reanimación de la moratoria previsional que también avaló la Cámara baja semanas atrás. También quedó más que claro que el reglamento, una vez más, fue tirado a la basura por varios de los senadores presentes.
La convocatoria arrancó con los 17 miembros de la comisión presentes, algo cercano a la celebración de un gol. Tenía un motivo específico de parte de casi toda la oposición: enterrar la orden del Ejecutivo de dormir los temas. “Quieren cerrar el Congreso y también insultarnos sin parar no por trabajar. Es decir, quedarse con todo, también con el relato. Las cosas no son así”, sentenció un experimentado senador a Infobae al término del encuentro.
El convite se inició de manera pacífica, con la ratificación de Álvarez Rivero, mientras que la vice quedó en manos del cristinista Mariano Recalde (Ciudad de Buenos Aires). En tanto, la secretaría cayó para el libertario Bruno Olivera Lucero (San Juan).
La citación tenía tres puntos: elección de autoridades, días de reuniones y plan de trabajo de la comisión. Consumadas estas cuestiones, la cordobesa dio por finalizado el cónclave, se levantó de su asiento y quiso partir. En ese instante, Recalde solicitó la palabra y pidió dos mociones: habilitar la discusión de las dos leyes y circular dictámenes de ambas iniciativas.
El tema de los despachos que quiso deslizar el senador kirchnerista, en realidad, chocan con los usos y costumbres del reglamento de la Cámara alta. Es que, para los dos proyectos, la firma de dictámenes debe ocurrir en un plenario de las comisiones que intervienen en estos textos: Trabajo y Previsión Social -cabecera-; y Presupuesto y Hacienda. La última es comandada por el jefe libertario, Ezequiel Atauche.
Noticia en desarrollo…