El verano ya ha llegado a España, y con él ha venido la primera gran ola de calor. Tan solo el año pasado, las altas temperaturas ocasionaron la muerte de más de 2.000 personas, por lo que es imprescindible tomar las precauciones necesarias para combatir el calor.
Para poder sobrellevar las altas temperaturas, hay algunos métodos caseros que te pueden ayudar. Para ello no hace falta comprarse un aire acondicionado que sea muy caro o tener la temperatura del aire al mínimo.
Una de las técnicas que más pueden ayudarte es una que es muy popular en algunos puntos de España. Para llevarla a cabo necesitas varias botellas de agua y un congelador que tenga bastante espacio. La clave de este método radica en la física simple de la convección.
Es importante que llenes las botellas de agua, pero tienes que tener cuidado. No debes de llenar la botella por completo antes de meterla en el congelador. Es esencial dejar una cuarta parte de la botella vacía para que no explote dentro del congelador debido a la expansión del agua al solidificarse.
Una vez que hayan pasado unas horas y el agua se haya convertido en hielo, saca algunas botellas y colócalas en lo alto de la habitación. Coloca debajo de la botella un recipiente para recoger el agua que vaya soltando.
A medida que el aire frío se vaya desprendiendo de la botella, esta caerá desde lo alto de la habitación, lo que provocará que la temperatura empiece a descender. A su vez, el aire caliente ascenderá y entrará en contacto con la botella. Este proceso se seguirá repitiendo de manera cíclica, lo que aclimatará el ambiente. Este ciclo natural crea un ambiente más fresco y confortable, especialmente útil durante las noches sofocantes.
Es importante congelar varias botellas a la vez para poder reemplazarlas y evitar que las temperaturas suban de nuevo. Esto es importante para poder combatir de manera correcta la ola de calor.
Potencia el efecto con un ventilador
Si poner algunas botellas en el punto más alto de la habitación no te parece suficiente, puedes potenciar exponencialmente el efecto de una manera muy simple. Si tienes un ventilador, puedes combatir de manera más eficaz el calor.
Coloca una botella congelada delante de las aspas del ventilador. Al expulsar aire este aparato, la sensación térmica descenderá considerablemente. El efecto es muy similar al del aire acondicionado básico, pero el gasto energético y el de la factura de la luz es mucho menor.
Es importante tener en cuenta las dimensiones de la habitación. Si se hace en una habitación pequeña, el efecto será mucho mayor que si se hace en una habitación más grande. Para habitaciones más amplias, podrías considerar utilizar más botellas o incluso un segundo ventilador para maximizar la eficacia.
Este es uno de los métodos que se llevan empleando en España décadas, sobre todo en el sur del país. En Andalucía las temperaturas máximas en verano pueden superar los 40 grados con facilidad.