Durante el invierno, es muy común buscar formas de mantener el cuerpo caliente y reforzar las defensas frente al frío. Una de las más populares en los hogares peruanos es disfrutar de infusiones calientes a base de hierbas y plantas medicinales. Además de ser reconfortantes, estas bebidas naturales ofrecen múltiples beneficios para la salud: ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión, combatir el resfrío y aliviar el estrés.
Según el Ministerio de Salud (Minsa), el consumo de infusiones tradicionales como el eucalipto, la manzanilla y el anís puede contribuir a prevenir afecciones respiratorias leves durante los meses fríos. Por su parte, el Seguro Social de Salud (EsSalud) recomienda las bebidas calientes como parte de una alimentación saludable en invierno, especialmente para personas mayores o con enfermedades crónicas, ya que ayudan a mantener una buena hidratación y a regular la temperatura corporal.
Sin embargo, para obtener los mejores efectos de estas bebidas naturales, es importante saber cuáles son las más recomendadas según el momento del día, ya que algunas tienen propiedades energizantes, mientras que otras son relajantes o digestivas.
Infusiones que debes tomar en la mañana, la tarde y la noche
Mañana: energía y defensas
Por la mañana, es recomendable elegir infusiones que ayuden a activar el organismo, mejorar la circulación y fortalecer el sistema inmunológico.
- Té de kión con limón y miel: estimula la digestión, combate la inflamación y refuerza las defensas. Ideal para comenzar el día con energía.
- Infusión de cúrcuma: tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Se puede combinar con pimienta negra para potenciar su efecto.
- Té verde: aunque contiene cafeína, es una opción suave que mejora el estado de alerta sin generar nerviosismo. También actúa como antioxidante natural.
Tarde: digestión y concentración
Durante la tarde, lo ideal es optar por infusiones que favorezcan la digestión después del almuerzo y ayuden a mantener la concentración sin alterar el sueño nocturno.
- Anís con menta: ayuda a aliviar los gases, la pesadez estomacal y mejora la digestión.
- Infusión de hinojo: muy útil para evitar la hinchazón abdominal. También tiene un sabor suave y agradable.
- Mate de coca: mejora la oxigenación y puede ayudar con el cansancio físico, especialmente en zonas de altura.
Noche: descanso y relajación
Antes de dormir, es preferible consumir infusiones que ayuden a relajar el cuerpo, calmar la mente y favorecer un sueño reparador.
- Manzanilla: clásica y efectiva para aliviar la ansiedad y promover el descanso. También es útil para molestias estomacales leves.
- Valeriana o toronjil: conocidas por sus propiedades sedantes. Son una buena opción para personas con insomnio o estrés.
- Infusión de lavanda: ayuda a reducir la tensión muscular y tiene efectos calmantes.
Otras bebidas ideales para el invierno
Además de las infusiones herbales, hay otras bebidas naturales que son ideales para los días fríos:
- Agua tibia con limón: depurativa y rica en vitamina C, ayuda a empezar el día hidratando el cuerpo.
- Emoliente caliente: típico en el Perú, contiene linaza, cebada, cola de caballo y boldo. Es útil para los riñones, el sistema digestivo y para calmar la garganta.
- Cañihua o quinua con leche vegetal: una bebida nutritiva y energética que aporta proteínas y ayuda a mantenerse caliente.
Estas alternativas complementan una dieta saludable y pueden adaptarse a distintas necesidades nutricionales.
¿Quiénes no deben tomar infusiones durante el invierno?
Aunque las infusiones son generalmente seguras, existen casos en los que deben evitarse o consumirse con precaución:
- Personas con hipertensión: deben limitar el consumo de té verde, mate o infusiones con regaliz, ya que pueden elevar la presión arterial.
- Mujeres embarazadas: algunas hierbas como la ruda o el poleo son abortivas o contraindicadas. Se recomienda consultar al médico antes de consumir cualquier infusión.
- Personas alérgicas: ciertas hierbas pueden provocar reacciones alérgicas. Siempre es recomendable probar nuevas infusiones en pequeñas cantidades.
- Uso de medicamentos: algunas infusiones pueden interferir con medicamentos anticoagulantes, ansiolíticos o antihipertensivos. En estos casos, es mejor consultar con un profesional de salud.