Por primera vez en 57 años un jefe de gobierno indio ha realizado una visita bilateral a la Argentina. En el pasado, primeros ministros indios -incluyendo al propio Modi en ocasión del G20 en 2018- visitaron nuestro país. Pero es ésta la primera vez en que un premier indio lo hace en carácter de una visita bilateral desde que Indira Gandhi viajara a la Argentina en 1968. Hace casi seis décadas.
La visita de Modi al Presidente Javier Milei tiene lugar en un singular momento histórico.
Porque India aparece hoy en el escenario internacional como una potencia en ascenso destinada a ocupar un rol cada vez más preponderante en el teatro del mundo.
Especialmente cuando con mil cuatrocientos cincuenta millones de habitantes se ha convertido en el país más poblado del mundo a partir del año 2023, cuando superó a la República Popular China en materia de población.
A su vez, como es sabido, India exhibe cifras de crecimiento económico asombrosas que le han permitido alcanzar el status de quinta economía global con una aspiración de convertirse en la tercera al finalizar la década.
La elevación a la clase media de cientos de millones de personas es el resultado de dicha expansión económica. Porque como dijo alguien, no se puede ser socialmente justo si se es económicamente ineficiente. Y aunque naturalmente persisten enormes fracciones de la población con grandes dificultades materiales, la mejora de la calidad de vida resulta un hecho innegable.
A la vez, acaso por primera vez en los últimos siglos, una robusta economía ha dotado a la India de un aparato económico capaz de convertirla en uno de los mayores motores de crecimiento global.
Pero nada de esto es fruto de una casualidad. Porque el ascenso económico de las últimas décadas es el resultado de un proceso de desregulación y de apertura a la economía de mercado a partir de 1991.
Un camino de reformas económicas de modernización lanzadas hace más de tres décadas y que fueron profundizadas desde 2014 bajo el liderazgo del primer ministro Modi.
Reformas que en los hechos implicaron el progresivo abandono de un sistema económico de gran regulación y control estatal. El que había llevado -en los propios términos de los indios- a haber pasado del “British Raj” a un “License Raj”, el que a través de una infinita maraña de regulaciones ralentizaba y complicaba la iniciativa privada de una población enormemente creativa y pujante.
Es en este auspicioso estadio en que se desenvuelve la cada vez más estratégica relación bilateral entre nuestros países.
Con un comercio consolidado en torno a los cinco mil millones de dólares, India se ha convertido en uno de los seis primeros socios comerciales de la Argentina. Actualmente nuestro país es el primer proveedor de aceite de soja a la India y el tercero en materia de aceite de girasol.
Los años recientes han marcado un hito significativo para la inversión de empresas mineras indias en nuestro país. La provincia de Catamarca alberga empresas indias que no solo están explorando litio sino que también están mostrando interés en el cobre y el oro. Es de destacar la positiva visita que el gobernador Raúl Jalil hizo hace pocos meses con el fin de potenciar y promover estos lazos.
Estas inversiones son particularmente importantes a medida que India avanza en el desarrollo de sus vehículos eléctricos (EV), con el objetivo de asegurar una cadena de suministro resiliente y diversificada para minerales críticos esenciales para diversas industrias en India.
En materia energética, es de destacar las dos misiones que el Presidente de YPF Horacio Marín realizó a Nueva Delhi donde firmó un Memorando de Entendimiento con empresas del sector, primer paso para convertir a la Argentina en un proveedor de energía para satisfacer la ilimitada demanda de la India.
En la esfera propiamente política, agradecemos particularmente a India por su apoyo histórico en la Cuestión de las Malvinas ante las Naciones Unidas, especialmente en el Comité de Descolonización, en el que por obvios motivos históricos la India tiene una autorizada voz y un gran decir en la materia.
En el campo de la Cooperación en Defensa, las Fuerzas Armadas de ambos países vienen manteniendo una relación basada en la experiencia compartida, las oportunidades de intercambio y el apoyo mutuo. Un terreno en el que se destacan los Cursos Universitarios de Defensa Nacional y los intercambios de Tropas de Montaña.
En materia nuclear, ambos países se encaminan a concluir un memorando de entendimiento entre nuestras dos autoridades reguladoras nucleares y existe un amplio campo para profundizar la cooperación existente en la materia.
La firme condena al Terrorismo hermana a nuestros países. Ambos hemos sido víctimas del accionar del terrorismo trasnacional. Por ello cuando hace pocas semanas se produjo un inaceptable ataque terrorista en la localidad de Pahalgam (Cachemira) en el cual casi treinta personas fueron asesinadas, nuestro país fue uno de los primeros en expresar su condena en línea con el compromiso antiterrorista a nivel global que sostiene el presidente Milei como un eje rector de su política exterior.
Naturalmente, como el lector comprenderá, los innumerables puntos de cooperación entre ambos países exceden los límites de una columna. Pero acaso es preciso destacar la relevancia de la visita del premier Modi al Presidente Milei.
Un viaje que sin dudas constituye un auspicioso nuevo punto de partida de mayor cooperación entre dos países que mantienen un elevado grado de complementariedad objetiva y que están llamados a intensificar los lazos de amistad inaugurados hace casi ocho décadas.
*El autor es embajador argentino en la India. Anteriormente fue representante diplomático en Israel y Costa Rica