Reconociendo su destacada trayectoria como jinete, Cayetano Martínez de Irujo ha recibido un premio en la primera edición de los galardones Espida del Deporte, que también han reconocido a figuras destacadas como Vicente del Bosque, Roberto Gómez, o Sara Andrés Barrio. Un homenaje muy especial a su carrera hípica al que el duque de Arjona ha asistido acompañado por su prometida Bárbara Mirjan, con la que ultima los preparativos de su boda, prevista para principios de octubre en la finca que el hijo de la recordada Cayetana de Alba posee en Sevilla.
«Lo recibo con ilusión porque yo he tenido pocos reconocimientos deportivos, desgraciadamente, con tanto empañamiento que me ha hecho toda la prensa social, pues se me ha reconocido poco y he hecho mucho por el deporte realmente, por mi deporte mucho, y por el deporte en general también. Y todo llega» ha expresado emocionado, explicando que al margen de «que han sido muchos años dedicado a un deporte de élite, luego creé la Asociación de Deportistas, que después de haber estado 14 años siendo vicepresidente y presidente 12 años de la Asociación de Jinetes Mundial, aprendí muchísimo, quise crear algo para mi país, crear algo magnífico, para ayudar a deportistas que no tenían nada».
Su pasión por la equitación viene, como ha recordado nostálgico, viene de cuando tenía 16 años: «Yo siempre heredaba caballos de mis hermanos, porque era uno de los deportes que teníamos como parte de educación, y ya me empeñé en que me compraran un caballo a mí. Fui a Inglaterra a probarlo, y con ese caballo me seleccionaron para el equipo junior de España, y salté un campeonato de Europa».
«Fui el primero y el único de mis hermanos que hizo algo como profesional. Es que es muy difícil, he nacido en el sitio opuesto, romper unas barreras educacionales para ser deportista. Cuando te han criado para ser un espejo de la sociedad, pues es muy difícil. Y ahí, cuando oí el himno y la bandera, ganamos una comparación en Gijón, y aquello me dejó, digo, esto es lo mío, es lo que sentí dentro, y ya pues me obsesioné con eso, e intenté hacer una carrera, vi que era incompatible, y ya me dediqué a ello. A principios no me creyeron, porque que no te crean fuera es normal, pero que no te crean en tu casa también es doblemente duro» confiesa, asegurando que a pesar de que ni en su familia le tomaron en serio, no se rindió y luchó por cumplir su sueño y demostrar su valía como jinete profesional.
«Era como decir, ‘éste no quiere hacer nada en la vida’. y luego hasta las Olimpiadas de Barcelona, en este país no hubo una conciencia de verdad de lo que suponía ser un deportista de élite. Vinieron todos a Barcelona y ahí se dieron cuenta, a partir de ahí mi madre cambió radicalmente conmigo, me empezó a valorar. Es que pensó ‘¿cómo ha llegado hasta aquí si yo no le he ayudado?’. Ella me dijo, ‘yo te doy lo que da tus hermanos’, pero a partir de ahí… yo salí luchando, como cualquier otro, y entonces lo valoró doblemente» ha rememorado, sincerándose sobre lo duro que fue que su madre confiase en que la hípica era un camino digno para uno de sus hijos.
Una entrega de premios en la que Cayetano se ha pronunciado por primera vez sobre el nuevo proyecto de la Casa de Alba, una línea de exclusivos perfumes creados por los duques de Huéscar, sus sobrinos Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart. Como admite, «no estoy enterado porque a mí no me han dicho nada».
«Yo creé la línea gourmet, con el aceite de Casa de Alba, y todos los… pues sí, lo he echo de menos, sí. Lo que pasa es que era incompatible, mi hermano Carlos y yo somos opuestos, la verdad, somos… Entonces pues tener al titular ahí, más que de perfil, pues no tenía sentido, tener una marca y no tener acceso al titular, y a los palacios, y a la infraestructura por la que se creó, pues no tenía sentido, ¿no?» se lamenta dolido, revindicando que «trabajé muchísimo y luché muchísimo durante cuatro o cinco años» por sacar adelante los productos de la Casa de Alba, hasta que dejó la marca «estabilizada de base». «Así es la vida» reconoce resignado.
Muy sincero, el duque de Arjona asegura que no volverá a trabajar en este proyecto porque «el titular es mi hermano. Yo lo he intentado pero no hay forma de… tenemos mentalidades absolutamente opuestas, formas de ser totalmente opuestas también», sin ocultar que su relación con Carlos continúa siendo muy distante y que no comparte la forma en la que está gestionando el legado que les dejó su madre.