José Ortega Cano atraviesa uno de los momentos más duros de su vida tras el repentino fallecimiento de Michu, madre de su nieta Rocío. El torero, acompañado por Marina, ha llegado a la estación de tren para poner rumbo a Cádiz, donde se reunirá con su familia para arropar a su hijo José Fernando y a la pequeña en estos difíciles momentos.
A su llegada, ha evitado hacer declaraciones a los medios, mostrando un semblante serio y agradeciendo discretamente las muestras de cariño recibidas. El maestro ha preferido no pronunciarse sobre su estado de ánimo ni sobre cómo esta pérdida podría afectar a su hijo y a su nieta, manteniendo la discreción habitual en su vida privada.
Respecto a la posibilidad de que la pequeña Rocío quede bajo su cuidado tras la muerte de su madre, Ortega Cano ha sido claro y ha afirmado que, por el momento, su única prioridad es el bienestar de la niña: «Claro».
Unas imágenes que reflejan la profunda preocupación del torero por el bienestar de los suyos y el impacto personal que le ha provocado esta pérdida, mostrando su decisión de estar junto a su familia en estos momentos tan difíciles.