Un tribunal de Chad ha puesto en libertad este martes a varios periodistas, entre ellos el corresponsal de Radio France Internationale (RFI), tras declararlos inocentes de varios delitos que incluyen la conspiración contra el Estado por el presunto envío de información sensible sobre el país africano a Rusia.
El Tribunal Superior de Yamena ha tomado esta decisión alegando que las pruebas presentadas por la Fiscalía, que pedía dos años de cárcel para el periodista de RFI y jefe del semanario ‘Le Pays’, el chadiano Olivier Monodji, no eran suficientes para demostrar su culpabilidad ni la del resto de acusados.
Los detenidos estaban señalados por el Ministerio Público en base a un encuentro que habían mantenido a mediados de 2024 con ciudadanos rusos vinculados al grupo Wagner, de quienes habrían recibido dinero a cambio de servicios como realizar investigaciones o publicar publirreportajes, un extremo rechazado por la defensa y por el Sindicato de Periodistas de Chad (UJT, por sus siglas en francés) alegando que la reunión tuvo lugar «en el ejercicio de su profesión como periodistas».
El abogado de Monodji, quien llevaba en prisión preventiva desde principios de marzo junto a otros dos compañeros periodistas, se ha declarado «parcialmente satisfecho» con la sentencia, puesto que «el tribunal habló de dudas, pero nosotros creemos que nuestros clientes deberían haber sido pura y simplemente absueltos por un delito que no estaba constituido».
«Hoy en día, es preocupante que un periodista pueda ir a la cárcel sólo para ser declarado inocente. Esto vuelve a poner sobre la mesa la cuestión de la libertad de prensa en Chad», ha insistido el letrado Alain Ndiliam en declaraciones recogidas por el portal de noticias Al Wihda.
Además de Monodji, fueron detenidos el editor de ‘Le Pays’, Ndilyam Guekidata, y el redactor de la oficina estatal de medios audiovisuales (ONAMA, por sus siglas en francés) Mahamat Saleh Alhissein después de su imputación por los cargos de: entrega de información a una potencia extranjera susceptible de perjudicar la situación militar o diplomática del país africano, conspiración contra el Estado y complicidad en actos lesivos de los intereses nacionales.
La Fiscalía de Yamena abrió una investigación contra los periodistas por una denuncia apoyada en artículos de prensa, en lo que la UJT y la Asociación de la Prensa del país señalaron como un ataque contra la libertad de expresión.