La pizza es, sin dudas, uno de esos platos que se mantienen vigentes con el paso del tiempo, sin importar modas ni tendencias gastronómicas. Su sabor, la versatilidad de sus ingredientes y lo fácil que resulta prepararla la convirtieron en una elección recurrente tanto en reuniones sociales como en la vida cotidiana. Sin embargo, muchas de sus versiones más populares están elaboradas con harinas refinadas, aceites en exceso y otros ingredientes que la alejan de una alimentación balanceada. Frente a esto, comenzó a crecer el interés por propuestas más saludables, que conserven el gusto característico pero con una composición más liviana. En ese marco, una receta en particular empezó a ganar terreno en redes sociales gracias a su base alternativa, ideal para quienes siguen dietas bajas en carbohidratos o simplemente buscan reducir el consumo de grasas sin dejar de disfrutar.
Se trata de la pizza de papa: una opción crocante, fácil de preparar y llena de sabor que conquistó a quienes buscan una opción más liviana sin resignar placer al comer. Esta versión reemplaza la clásica base de harina por una capa de papa, que al cocinarse al horno logra una textura dorada y crujiente. Además de ser apta para dietas que buscan suprimir las harinas, permite jugar con distintos ingredientes y toppings, pero con el espíritu versátil que caracteriza a la pizza tradicional.
Pizza de papa crocante con base casera
Ingredientes (para la base de dos pizzas):
- 800 g de papas (aproximadamente 4 papas medianas)
- 1 taza y ½ de harina (aproximadamente 180 g)
- 1 huevo
- ¾ cucharadita de sal
- ¼ cucharadita de nuez moscada molida (opcional, aporta aroma)
- 2 cucharadas de aceite
Paso a paso:
- Lavá bien las papas y hervilas con la cáscara durante unos 25 minutos, hasta que estén bien tiernas. Escurrilas y dejalas entibiar.
- Pelá las papas cocidas y hacé un puré liso, sin grumos ni exceso de líquido. Dejalo enfriar unos minutos.
- En un bowl grande colocá el puré y agregá el huevo, la sal, la nuez moscada y el aceite. Mezclá bien hasta integrar.
- Sumá la harina de a poco y mezclá con las manos o una cuchara, hasta formar una masa suave, apenas húmeda pero moldeable.
- Separá la masa en dos porciones iguales. Espolvoreá la mesada con harina y estirá cada porción con las manos o con palo de amasar, dándole forma circular. Luego, colocá cada base en una pizzera previamente aceitada.
- Llevá las pizzeras al horno precalentado a 200 °C (moderado-fuerte) y cociná durante 15 a 20 minutos, hasta que la masa esté firme y apenas dorada.
- Retirá del horno, cubrí con la salsa e ingredientes que elijas (panceta, cebolla, queso, vegetales, etc.) y llevá nuevamente al horno.
- Cociná por 10 a 15 minutos más, hasta que los bordes estén dorados y el queso derretido (si usás). Serví caliente.