En Palm Beach, Florida, el legendario cantante Jon Bon Jovi quedó en el centro de la escena tras truncar lo que apuntaba a convertirse en un multimillonario proyecto inmobiliario. Un comprador misterioso ha adquirido varias propiedades aledañas a la mansión del artista, por un total de US$250 millones, pero cuando quiso quedarse con la vivienda de US$43 millones del intérprete de “It´s my life” se enfrentó a una negativa que podría tirar abajo su plan de construir un lujoso condominio frente al mar.
Un comprador silencioso frustrado por la negativa de Bon Jovi de vender su casa en Florida
Según un informe del Wall Street Journal, un comprador o grupo anónimo ha adquirido cuatro lujosas propiedades en North Ocean Boulevard, la exclusiva franja costera ubicada justo al norte del club Mar‑a‑Lago de Donald Trump. En total, se estima que la suma de estas compras alcanza los US$250 millones.
Entre los inmuebles comprados se encuentran dos terrenos frente al mar, uno de los cuales fue vendido por William Lauder, heredero de la fortuna de Estée Lauder. Dicho terreno de 2,8 acres (aproximadamente 1,13 hectáreas) fue adquirido por el comprador en febrero de 2025, por una cifra cercana a los US$178 millones, explica el medio citado.
Posteriormente, la misma persona o sociedad compró dos mansiones adyacentes a ese terreno: pagó US$18 millones por una casa de estilo mediterráneo de 3600 pies cuadrados, que en 2018 costó US$4,2 millones, y una segunda por US$30 millones por una vivienda de 5800 pies cuadrados, asegura el New York Post.
La mansión del cantante: un obstáculo de US$43 millones
En medio de esta secuencia de adquisiciones, el radar del comprador se enfocó en la mansión de Bon Jovi, ubicada justo junto al terreno ya adquirido. El cantante pagó US$43 millones por esta inmueble en julio de 2020, según registros públicos y fuentes inmobiliarias mencionadas por Realtor.
De aproximadamente 13 mil pies cuadrados, la casa frente al mar cuenta con siete habitaciones, 12 baños, gimnasio privado, bodega de vinos climatizada, ascensor interno y dos logias con vista al océano, además de una cabaña junto a la piscina.
Desde que comenzaron las maniobras del comprador desconocido, Bon Jovi se ha mantenido firme y ha rechazado las ofertas recibidas. De este modo, bloqueó momentáneamente una adquisición que habría convertido esa propiedad en parte de uno de los condominios más grandes y exclusivos de Palm Beach, asegura el medio neoyorquino.
Qué se sabe del comprador y sus vínculos con magnates tecnológicos
Aunque su nombre aún no se ha revelado de manera oficial, hay documentos de constitución relacionados con las transacciones que apuntan a Greyson Blue, un abogado de Seattle ligado a K&L Gates y con conexiones a la familia de Bill Gates, según informó The Wall Street Journal.
Si el comprador logra reunir todos los terrenos y viviendas alrededor del terreno original de Lauder, el resultado sería un complejo multimillonario frente al mar, de casi 4,2 acres. Un proyecto que podría rivalizar con las propiedades más grandes y exclusivas de Palm Beach, algunas que ya alcanzan valores superiores a los US$1000 millones.
Lejos de ser un simple lujo, la mansión de Bon Jovi representa para el legendario vocalista de “Livin’ on a Prayer” un santuario personal. Según consignan los medios citados, su negativa a vender va más allá del valor monetario, tiene que ver con mantener la privacidad y la estabilidad de su entorno frente a un cambio que alteraría radicalmente el carácter de su vecindario.
“Bon Jovi se ha convertido en el muro que impide el dominio total del comprador anónimo”, comenta el Wall Street Journal, así destaca el papel del cantante como figura central en este thriller inmobiliario de alto nivel.
Bon Jovi pagó 43 millones de dólares por su propiedad de 0,7 acres en 2020. Los registros muestran que la casa de 10.000 pies cuadrados incluye seis dormitorios, una bodega y un gimnasio.
TRD consultó con diversas fuentes e informó que el comprador también está interesado en la propiedad vecina en 1055 N. Ocean Blvd., que pertenece al inversor inmobiliario William Rickman Jr., quien la compró por US$ 13,1 millones en 2016.