Yordy Reyna vive días cargados de intranquilidad en Rusia. Después de una correcta temporada en el FC Rodina, de la Segunda División, regresó a las filas del Torpedo Moscú para unirse a la pretemporada con miras al nuevo periodo en la Russian Premier League. Todo hacía indicar que la ‘Magia’ gozaría de una nueva oportunidad en una categoría de élite de Europa.
Sin embargo, ha saltado un escándalo en aquel país que ha puesto en jaque la continuidad del delantero peruano. Un destape periodístico, por parte de la empresa RBC Group, ha dado cuenta que Leonid Sobolev, copropietario del Torpedo, y Valery Skorodumov, director del club moscovita, acometieron un intento de soborno a árbitros para que favorecieran a la institución.
El Departamento de Investigación del Ministerio del Interior recolectó más datos relacionados al caso del Torpedo Moscú, a partir de la segunda semana de junio del presente año, impulsando un allanamiento tanto en las oficinas como en las residencias de los involucrados. Además, los directivos implicados han sido detenidos mientras se realizan las diligencias respectivas. De verificarse el delito, ellos serán condenados a siete años de prisión efectiva.
Los amaños de partidos, aparentemente, están vinculados con el enfrentamiento entre Torpedo y Sochi. El club moscovita ganó por la cuota mínima (1-0) con una anotación de penal convertida por Yeison Guzmán. Lo curioso de aquel triunfo es que la diana surgió con la ayuda del Sistema de Videoarbitraje (VAR) en una infracción validada por el silbante Inal Tanashev.
Exclusión inmediata
La Unión del Fútbol de Rusia (RFU) analizó detalladamente la situación del Torpedo Moscú y descubrió una serie de irregularidades arbitrales en otros partidos de la división de plata. Por esa razón, “de conformidad con el Artículo 6, Parte 2 del Artículo 124.2 del Reglamento Disciplinario, se decidió excluir a Torpedo de la lista de participantes en la Premier League 2025/26 y aplicar una multa de 5 000 000 rublos”.
La situación también alcanzó a Skorodumov y Sobolev, quienes han quedado impedidos de relacionarse con el deporte rey por 10 y 5 años, respectivamente. Además, cumplirán con condenas en la cárcel, aunque los abogados que defienden el caso harán todo lo posible para que sus patrocinados no pisen la prisión.
El director general, Sergey Sinyaev, ha salido al frente para aclarar que no se quedarán de brazos cruzados y lucharán por mantenerse vigentes en el plano deportivo: “Quiero expresar mi agradecimiento a nuestra afición y a todos los que nos apoyan en esta difícil situación. Lo valoramos y escuchamos sus opiniones. Nuestros abogados evaluarán la decisión del Comité de Control y Disciplina”.
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