Este jueves 10 de julio se llevó a cabo la edición 2025 de los Premios César Milstein. Allí, se reconocieron iniciativas de biotecnología desarrolladas en el país que apuntan a abordar desafíos específicos en el ámbito de la salud humana.
Aquí, un repaso por las mejores imágenes de la emocionante ceremonia.
La gala fue organizada por el CONICET, la Fundación Pablo Cassará y el Instituto de Ciencia y Tecnología Dr. César Milstein. Se llevó a cabo en el Cassa Lepage Art Hotel de la Ciudad de Buenos Aires como parte de la tercera edición del galardón, que desde su origen buscó visibilizar investigaciones con potencial de convertirse en productos o procesos aplicables en biotecnología.
También se entregaron Reconocimientos Especiales de la Fundación Cassará a figuras vinculadas con la comunicación científica, la gestión pública y el sistema sanitario. La jornada procuró fomentar la transferencia de conocimiento desde el ámbito científico hacia sectores productivos, con especial énfasis en la colaboración público-privada.
Desde la edición anterior, además, se incluyeron distinciones no monetarias para quienes desempeñaron roles clave en los procesos de innovación, divulgación y vinculación tecnológica. La propuesta apuntó a destacar el valor de la cooperación entre instituciones científicas, empresas, organismos públicos y actores sociales.
En esta oportunidad se adjudicaron tres premios económicos: un primer premio de 5 millones de pesos, una primera mención de 3 millones y una segunda mención de 2 millones de pesos argentinos.
Daniel Salamone, presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) dijo en su discurso: “La ciencia es la base para el desarrollo de soluciones reales para la sociedad. Sabemos que este tipo de investigaciones requieren años de trabajo y esfuerzo, pero lo más importante es que los descubrimientos y avances no se queden dentro del laboratorio”.
Y agregó: “Hay que lograr que esa investigación se traduzca en productos que impacten directamente en la vida de las personas. Eso es lo que estamos celebrando hoy, los resultados de años de dedicación y compromiso, y el impacto real de estos proyectos. Los premiados no solo están cambiando el futuro de la biotecnología, sino también contribuyendo a mejorar la salud y el bienestar de la sociedad”.
Por otro lado, Jorge Cassará, presidente de la Fundación Pablo Cassará, manifestó: “Me parece que, más allá de la calidad técnica y científica de los proyectos presentados, lo que realmente marca la diferencia es la pasión que los investigadores muestran al hablar de su trabajo. Este premio no solo reconoce los logros científicos, sino también el esfuerzo y la dedicación que los científicos ponen en hacer accesibles sus descubrimientos a la sociedad”.
“La conexión entre los investigadores y el público es esencial, y en ese sentido, creo que este premio también es una invitación a seguir visibilizando la ciencia. Si los investigadores pudieran compartir con la sociedad la pasión y el esfuerzo que invierten en su trabajo, veríamos un mayor reconocimiento y comprensión de la importancia de la ciencia. La ciencia es un bien común y debemos trabajar juntos para garantizar que su impacto sea tangible y beneficie a todos”, concluyó.
El Premio César Milstein 2025 fue otorgado al Dr. Ernesto Podestá por el desarrollo de PRGL493, un inhibidor selectivo de la enzima Acil-CoA sintetasa 4 (ACSL4). El compuesto bloqueó el crecimiento de tumores en modelos de cáncer de mama y próstata, y logró sensibilizar las células tumorales frente a terapias convencionales, como quimioterapia y hormonoterapia.
“Es un honor recibir este premio, que refleja años de trabajo en la investigación de terapias oncológicas innovadoras. PRGL493 es un avance significativo en el tratamiento del cáncer resistente, y estamos emocionados por su potencial para transformar las opciones terapéuticas,” expresó Podestá al recibir su reconocimiento.
También redujo la producción de esteroides en células de cáncer de próstata, lo que podría contrarrestar la resistencia a tratamientos actuales.
El proyecto fue íntegramente desarrollado en Argentina y se encontraba en etapa de ensayos preclínicos, con su patente ya registrada y en proceso de transferencia tecnológica.
Maria Eugenia Balañá, directora del Instituto de Ciencia y Tecnología Dr. César Milstein, comentó en su discurso: “Es un gran honor ser parte de esta ceremonia y ver cómo se reconocen los logros de nuestros científicos. Este premio refleja la importancia de trabajar en colaboración para impulsar el desarrollo de la biotecnología en el país. La ciencia no se hace en aislamiento, sino que se construye sobre redes de colaboración y el apoyo de instituciones comprometidas”.
Y añadió que “es fundamental que el conocimiento generado en los laboratorios no se quede allí. Su verdadero impacto se ve cuando se sale del laboratorio, cuando ese conocimiento trasciende y se traduce en soluciones concretas para la sociedad. Tender puentes entre la investigación científica, tecnológica y la comunidad y fortalecer las alianzas entre el sector público y privado es fundamental para convertir avances científicos en soluciones reales».
La primera mención fue para Juan Garona, por su propuesta de combinar ivermectina con anticuerpos monoclonales anti-PD-1 en pacientes con cáncer colorrectal refractario a tratamientos.
Los ensayos preclínicos demostraron que la ivermectina inducía una muerte celular pro-inflamatoria que activaba el sistema inmune, favoreciendo el reconocimiento y destrucción del tumor.
El enfoque buscó mejorar la respuesta terapéutica con una droga de bajo costo y amplio acceso, lo que permitiría ampliar el grupo de pacientes que podrían beneficiarse con inmunoterapia y generar, a su vez, mayor demanda para su producción local.
“El 80% de los pacientes con cáncer colorrectal no responden a las terapias actuales. Con la combinación de ivermectina y anticuerpos monoclonales, buscamos mejorar la respuesta del sistema inmune para que ataque el tumor de manera eficiente,” explicó Garona en su discurso.
La segunda mención fue para Mariana Piuri, investigadora del CONICET en el Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (IQUIBICEN, CONICET-UBA).
“Con FluoTB, hemos logrado detectar la tuberculosis en solo 3 a 5 días, lo que es un avance significativo frente al diagnóstico convencional que tomaba meses,” detalló Piuri al recibir el reconocimiento.
Su equipo desarrolló FluoTB, un test rápido y accesible para el diagnóstico de tuberculosis, basado en micobacteriófagos reporteros. Estos virus infectaron micobacterias vivas y activaron una proteína fluorescente, visible bajo microscopio.
El kit, fabricado con insumos nacionales, permitió detectar en pocos días la presencia de bacterias activas y su resistencia a rifampicina, el antibiótico más utilizado contra esta enfermedad. La herramienta también posibilitó monitorear la evolución del tratamiento.
Además de los premios principales, se entregaron distinciones a referentes del sistema científico, sanitario y comunicacional.
El objetivo principal fue subrayar la relevancia de las políticas públicas, la cooperación institucional y la divulgación del conocimiento.
En la categoría Gestión Tecnológica, el reconocimiento fue para el licenciado Conrado González, director del Centro de Gestión de la Innovación del Foro de Ciencia y Tecnología para la Producción, por su trabajo en la transferencia de conocimiento entre organismos de investigación y el sistema productivo.
En el área de Comunicación, se distinguió a tres médicos: Daniel Stamboulian, Alberto Cormillot y Claudio Zin, por su tarea de acercar información médica y científica al público general.
“Saben que hemos trabajado y trabajamos en la comunicación porque creemos que es una herramienta fundamental para llegar a la gente con el conocimiento que nos brinda la ciencia”, señaló Stamboulian.
Uno de los asistentes fue el Dr. Fernando Polack, médico pediatra infectólogo y dueño del restaurante Alamesa, atendido por jóvenes neurodivergentes con el objetivo de ampliar los espacios de inclusión. El invitado compartió saludos emotivos con los ganadores y los felicitó por sus reconocimientos.
En la categoría Gestión Pública, la reconocida fue la Dra. Mirta Roses Periago, exdirectora de la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), por su trayectoria en el diseño e implementación de políticas sanitarias innovadoras en el ámbito público.
En el área de Gestión en Salud, el premio fue para el Dr. Mauro Coringrato, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología y médico del servicio de dermatología del Hospital F. J. Muñiz, por su compromiso con la mejora y optimización de las prácticas médicas.
Finalmente, los organizadores informaron que en esta edición se presentaron 78 proyectos, todos orientados a brindar soluciones concretas en salud humana desde el enfoque biotecnológico.
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